RECHAZADO POR UNA OMEGA

CAPITULO DIECISIETE

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Sakura cerró los ojos con frustración, había tenido la esperanza que el ignorara sus manos, así que sin mas remedio, llevo sus manos hacia el frente y de inmediato el azabache gruño molesto, la tomo de una de sus muñecas y camino raudamente hacia la casa de los padres de su mate.

Al entrar, camino directamente hacia el baño y le hizo lavarse las manos.

Una vez limpias, reviso los daños.

Las heridas de sus nudillos comenzaban a cerrarse.

— Supongo que golpee demasiadas veces sus dientes, lección aprendida, desde ahora en adelante, dientes no. — Menciono con ligero toque de humor, pero a Sasuke no le hizo gracia. — ¡Hey! — Dijo llamando su atención — Estoy bien.

El azabache no respondió y simplemente salió de la habitación.

— ¿Se encuentra bien señora Mebuki?— Cuestionó acercándose a ella, quien yacía junto a su esposo. Su rostro estaba ligeramente hinchado y enrojecido.

— Algo adolorida, pero bien — Respondió con amabilidad. — Pero, si nos permite preguntarle alfa, ¿Qué fue todo eso? ¿Por qué la señorita Karin entró de esa manera y nos agredió?.

— La situación es algo complicada de explicar, pero les aseguro que no volverá a suceder y su accionar no quedara impune.— Respondió con seriedad. — Ahora mismo me llevaré a la señorita Sakura para que me explique con detalles todo lo que sucedió y después la llevare al hospital para una revisión de rutina, así que probablemente regresará hasta mañana.

— Ella no será castigada, ¿verdad? — Cuestiono Kizashi — Ella solo defendió a su madre.

— No se preocupe por ello, su hija no será castigada, le doy mi palabra. — Respondió el azabache y los padres de su mate sonrieron en aprobación.

La multitud comenzó a disiparse debido a la orden de la Beta Kushina, quien después de atender a Karin, la acompañó al hospital.

Naruto terminó de ordenar a los últimos rezagados que entraran a sus casas.

Minutos después, Sakura junto a Sasuke salían de la casa Haruno y caminaron hasta el vehículo del joven alfa, se subieron y partieron directamente hacia la casa del azabache.

Un silencio sepulcral reino todo el camino.

CAPITULO DIECISIETE:

Al llegar a la casa, Sasuke la llevó al interior y caminó con ella directamente hasta el baño.

— Toma una ducha, te traeré ropa limpia — Declaró para después salir del baño y cerrar la puerta.

Sakura suspiró cansada.

Su mate estaba muy cabreado.

<< ¿Por qué había golpeado a Karin? >> Pensó y de inmediato el enojo recorrió sus venas.

<< Es por la sangre, tonta >> Mencionó Hana desde su interior << Aoda también esta al borde de perder la calma, el instinto los incita a protegernos y defender nuestro honor. >>

<< Oh... >> esbozó suavemente par después quitarse toda la ropa ensangrentada y meterse a la ducha.

Cuando el agua comenzó a caer sobre su cuerpo, arrastrando la sangre de su cabello y piel, la puerta se abrió y una conocida figura masculina entró, caminando directamente hacia ella. A través del borroso vidrio de la cabina notó que su compañero se estaba quitando la ropa y segundos después entró con ella a la ducha.