Rex Gold es un brujo y es el cantante más famoso de Rivershire. Un día decidió salir de las sombras para mostrarle su increíble voz al público y disfrutar del mundo de la farándula que tanto alimenta su ego por largos años de reinado sobre el mundo...
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Esto es una mala idea.
Muy mala.
Es una suerte que jamás me importó si las ideas eran buenas o malas para hacerlas. De las consecuencias me arrepentiré si terminan siendo catastróficas, pero si una vez pude reunirme con el cazador sin que nada malo ocurriese, una segunda vez no iba a matar a nadie...aun.
Es la forma que tengo de hacerme creer a mí mismo que todo va a salir bien y no estoy siendo suicida, porque perfectamente podría admitir que es la peor idea que tuve en días (lo cual es un milagro), pero considerando que me estoy quedando sin tiempo...
Sería imposible llegar al mes.
Sería imposible tener una solución en ese tiempo, porque no tengo idea de cómo solucionar esto. No puedo darle demasiadas vueltas, las cosas estaban claras: los cazadores buscaban el poder que les fue arrebatado, creen que mi madre y yo lo tenemos...y no se equivocan. Pero no es algo que sean capaces de tomar, no es algo que les pueda entregar. No es físico. No existe de manera tangible.
Porque de alguna forma, yo soy eso que buscan.
Según he estudiado la historia de mi madre, me la robé descaradamente al nacer. Y hasta donde sé, la energía solo puede entregarse de una forma.
Y yo no tengo ganas de morir.
Así que tengo dos opciones: decirle la verdad al cazador, o seguir alargando la situación. Pero antes necesito resolver un problema aún más importante y ese es el de mi padre.
Sé que lo tienen.
Lo necesito de vuelta.
Habíamos decidido que en una semana tendríamos una respuesta para nuestro "trato". La semana llegaba a su fin, y con él, el cazador fue quien contactó conmigo para decidir el lugar.
El bosque es terreno neutral y seguro para reunirnos. Es fácil escapar si algo sale mal.
Sé que dejo de estar solo cuando la presencia de una mirada a mis espaldas me tensa los vellos de la nuca. Se ha dejado ver adrede, porque soy plenamente consciente que es imposible notar a esos cabrones a menos que ellos lo decidan; giré, revelándole el rostro cadavérico y ahí está esa máscara de zorro, ocultando la cara de una persona que me observa desde las ramas de un árbol.
El cazador saltó del árbol para bajar a mi encuentro. Dramático y exagerado ¿Qué se cree? ¿Naruto? Sin embargo me es imposible no mirarle las piernas en esos pantalones blancos cuando las flexiona y cae con elegancia. Joder, es que tiene buenas piernas el cabrón. Muy, muy buenas piernas.
Se siente casi ilegal mirarle las piernas así considerando que estoy saliendo con Paris pero no estoy ciego, coño.
—Me sorprendió que me contactaras —le digo, mirándolo de arriba abajo en busca de armas. Siempre parece que no lleva, pero sé que los suyos están armados hasta los dientes.
