-Tenía que ser suficiente, debía aguantar, como su madre le había dicho, como llevaba repitiéndose toda la vida.
Se fuerte, Irina. Lo suficiente como para acabar con los del Monte Weather, para ser más inteligente que ellos. Lo suficiente como para...
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Finn se daba vueltas por la habitación bajo la atenta mirada de Irina. Collins le había llamado, la había sentado en una silla y le había contado todo. Ella era la única a la que sentía que podía decírselo sin sentirse tan mal. Porque Irina siempre le había dicho lo malo cuando tenía que hacerlo y no le había puesta esa mirada de compasión que tanto odiaba.
Aunque ahora mismo prefería mil veces la mirada de compasión a la de miedo que le ponía Clark al verle.
—Hize lo que tenía que hacer —repitió, tras unos segundos como por tercera vez. Irina suspiró, ya se estaba empezando a cansar.
—Finn Collins, deja de decir eso. Sé que es duro, pero tienes que aceptar lo que pasó y lo que hiciste.
El moreno paró su caminata y miró a la rubia. Como siempre, tenía razón, pero no quería admitirlo. Se había convertido en todo lo que siempre había criticado. Alguien que mataba sin importar lo que eso significara.
—Puede que los terrestres nos maten a todos por lo que hice —murmuró, sentándose en la cama de la habitación.
—Nos querían matar antes de que tu hicieras nada. Estamos en guerra con ellos desde que aterrizasteis aquí.
—Sí, pero esto es distinto.
—Es distinto sí —respondió Irina levantándose de la silla, sabiendo que lo que necesitaba escuchar quizás era algo frío y duro para darse cuenta. —Mataste a gente que no tenían culpa de nada. Te cegó el miedo de perder a Clark. Pero todos hemos hecho cosas horribles. A partir de ahora intenta remediarlo, intenta... hacer lo mejor posible para todos y así podrás superarlo.
Collins se quedó callado, mirándola, y tras unos segundos asintió.
—Clark no me dirige la palabra. Ni si quiera quiere mirarme. —Esta vez, Irina si que le miró con compasión. Por que había entendido lo que significaba la rubia para él, y si ella estuviera en esa situación, le dolería demasiado.
—Solo... déjale su tiempo. Es dificil, pero te dará una oportunidad —opinó, caminando hasta sentarse a su lado en la cama.
—¿Cómo tu harás con Murphy? —inquirió Finn. —Está aquí ¿Sabes?
—Sí —se limitó Irina a responder, cambiando su cara a una más seria.
—En algún momento te vas a cruzar con él.
—Lo sé
—¿Y qué piensas hacer? —cuestionó, levantando los codos de sus rodillas para ahora mirar a Irina. Era obvio que no le gustaba hablar o pensar en eso, pero de nuevo, lo mejor era hablarlo con Finn. Le iba a decir la verdad, sin importar que doliera o no.
—Cuando pasó lo del transbordador dije que iba a matarlo —recordó, riendo amargamente y sin gracia. —No puedo hacer eso, no se en que estaba pensando.
