-Tenía que ser suficiente, debía aguantar, como su madre le había dicho, como llevaba repitiéndose toda la vida.
Se fuerte, Irina. Lo suficiente como para acabar con los del Monte Weather, para ser más inteligente que ellos. Lo suficiente como para...
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-- 𝐧𝐨𝐭 𝐰𝐢𝐭𝐡 𝐭𝐡𝐞𝐦, 𝐥𝐨𝐯𝐞 --
Estuvieron todo el día caminando hacia la aldea, horas tras horas. Hasta que llegó la noche y tuvieron que acampar en una parte del bosque, a unos dieciséis kilómetros todavía de Ton DC.
Todos estaban un poco desperdigados por el bosque. Aunque había una clara separación entre los terrestres y los del cielo. De todas formas, algunos ya estaban durmiendo, otros a punto, y otros con los ojos bien abiertos, como Raven.
La mecánica se acercó a Irina, quería hablar con ella. Aunque sabía que la rubia ya le había perdonado, quería aclarar las cosas. Ella estaba sentada en el suelo, encima de una manta y con la mirada en alguna parte, fija. Se sentó junto a ella, llevando las rodillas a su pecho.
Al mismo tiempo se acercaron Bellamy y Hunter, pero Raven habló antes que ninguno.
—¿Estas bien, Irina?
Ella por fin reaccionó y pestañeo varias veces volviendo al mundo real.
—Sí, claro. —respondió, rápidamente. Después, carraspeó su garganta, que estaba bastante seca después de andar todo el día. —Estoy bien.
Raven apretó sus labios, y miró a los dos chicos de pie delante suyo. Miraban a Irina de la misma manera.
—Chicos, creo que le vendría bien un poco de agua. —Bellamy asintió al momento, era buena idea. —A todos, en realidad.
—Por su puesto. Vamos a por agua, hay un río a apenas unos metros. —respondió Blake, sacando sus manos de los bolsillos.
—Id los dos juntos, es peligroso estar por ahí solos —comentó Irina. Los dos asintieron de acuerdo. Porque por muy enfadada que estuviese con Hunter, no quería que le pasara nada malo. Y muchísimo menos a Bellamy.
—Ahora volvemos —murmuró Hunter, y después los dos giraron sobre sus talones para irse por el otro lado. Raven suspiró, y ordenó las palabras en su mente, recordando lo que quería decirle.
—Siento lo de Murphy. —soltó, de una vez. —Estaba... muy nerviosa y no sabía que otra alternativa había para salvar a Finn. Fue lo único que se me ocurrió. —Hizo una pausa de unos segundos— Pero no te voy a mentir, quería matar a ese gilipollas.
Irina rio amargamente, quizás no debería, pero le había hecho gracia.
—No te culpo, yo también quise hacerlo una vez.
—Aun así... no debí hacerlo. —admitió su prima. —Es tu amigo.
—Ya... da igual Rae —le aseguró, para que se tranquilizara. La verdad es que no le guardaba ningún tipo de rencor, era Raven, hiciera lo que hiciera, iba a acabar perdonándole. Siempre. Porque era la única familia que le quedaba.
