𝐄𝐩í𝐥𝐨𝐠𝐨 𝟐 - 𝐖𝐨𝐫𝐤, 𝐥𝐚𝐮𝐠𝐡 𝐚𝐧𝐝 𝐬𝐨𝐦𝐞𝐭𝐡𝐢𝐧𝐠 𝐞𝐥𝐬𝐞

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𝐝𝐞𝐬𝐩𝐮é𝐬 𝐝𝐞 𝐮𝐧 𝐦𝐞𝐬 𝐲 𝐦𝐞𝐝𝐢𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐌𝐨𝐧𝐭𝐞 𝐖𝐞𝐚𝐭𝐡𝐞𝐫

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𝐝𝐞𝐬𝐩𝐮é𝐬 𝐝𝐞 𝐮𝐧 𝐦𝐞𝐬 𝐲 𝐦𝐞𝐝𝐢𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐌𝐨𝐧𝐭𝐞 𝐖𝐞𝐚𝐭𝐡𝐞𝐫

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Irina y Raven estaban muy concentradas. Hacía tiempo que no lo estaban tanto.

Habían rescatado unos cuantos coches de aquel garaje que encontraron Bellamy, Octavia e Irina. Y estaban arreglándolos para poder utilizarlos a diario en excursiones o exploraciones.

Y claro, dos de las grandes encargadas de hacer que funcionaran eran ellas dos. Raven era claramente la que más conocimiento tenía, pero con su ayuda Irina no se quedaba muy atrás.

—No entiendo por qué el circuito no reacciona —murmuró la mecánica frustrada, pasándose la mano por el pelo.

Ella estaba sentada en el asiento del conductor, probando a encenderlo, mientras que la rubia estaba tumbada en el suelo viendo el coche desde abajo. Desde fuera solo se veían sus piernas.

—Dame un segundo, quizás averiguo algo por aquí abajo.

Bellamy llegó mirando el panorama, y se quedó junto a Hunter. Ambos parados con los brazos cruzados y observando a las dos chicas.

—Iba a preguntarte si habías visto a Irina, pero ya veo que ha estado aquí todo el día. —comentó con un tono divertido.

—Sí, ella y Raven no han parado. Y algo me dice que no van a parar hasta que el coche arranque.

Bellamy asintió opinando lo mismo. Si ya de por sí Irina no paraba hasta conseguir algo, no quería imaginarse hasta qué punto llegaría juntándose con Raven.

—No encuentro nada, pero quédate ahí que voy a mirar el capó —avisó Irina, saliendo de abajo del coche.

Bellamy y Hunter pudieron verla cuando se levantó. Llevaba su camiseta de tirantes manchada de negro, y un moño deshecho, con algunos mechones de pelo rizado cayéndole por los lados. Su cara también estaba manchada, pero lo que de verdad hacía gracia era su expresión confusa e incluso un poco cabreada.

Ella ni siquiera los miró, aunque supo que estaban ahí. Porque tenía tantas ganas de que el coche funcionara y la solución la tenía tan en la punta de la lengua, que no quería distraerse ni un poco.

Abrió el capó y chequeó un par de cosas bajo la atenta mirada de sus tres amigos.

—¿Sabías que también conocen los componentes de los coches? —inquirió Hunter, mirando brevemente a su amigo. Bellamy río entre dientes.

—No tenía ni idea. Pero creo que me parecería más raro aún que no los conocieran.

Hunter soltó una carcajada que hizo que Irina apartara la mirada del coche hacia ellos. Y no precisamente amable.

Los 100 | Bellamy Blake ②Donde viven las historias. Descúbrelo ahora