-Tenía que ser suficiente, debía aguantar, como su madre le había dicho, como llevaba repitiéndose toda la vida.
Se fuerte, Irina. Lo suficiente como para acabar con los del Monte Weather, para ser más inteligente que ellos. Lo suficiente como para...
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Hunter le había clavado el cuchillo en todo el pecho al terrestre que le tenía aprisionado. Después, había salido corriendo como nunca había corrido en su vida. Con el corazón latiéndole más rápido que nunca, y con la imagen de una sola persona en su mente: Irina.
No corría en una dirección aleatoria, sabía exactamente a donde quería ir, pero no estaba seguro de si ahí iba a encontrarla. La última vez que la había visto fue cuando le dejó ir a buscar a Bellamy. No debería haberle dejado sola, debería haber ido con ella. Por qué justo en ese momento fue cuando la perdió de vista.
Él siguió luchando en la trinchera sur, hasta que uno de los terrestres pudo con él, y en vez de matarle y ya, se lo llevó fuera del campamento. Le llevó lejos, a unos cuantos kilómetros quizás, y una vez alejado le ató a un árbol. Le torturó sin ningún tipo de piedad, pero hubo un momento en el que se acercó demasiado y Hunter pudo arreglárselas para atacarle y salir de allí.
No tenía ni idea de que había pasado en el campamento, de si habían ganado los terrestres o de si sus amigos seguían vivos. Pero mientras el terrestre lo tenía ahí, había escuchado como murmuraba algo de una chica que tenía a Irina. Si aún seguía viva, le estaban haciendo lo mismo. Y él debía hacer algo ya.
Porque si la chica que tenía a Irina también hacía las cosas con la misma dureza que el terrestre que le había secuestrado, estaba sufriendo mucho. Según él, no quería matarle, quería que se muriera lentamente. Quería hacerle el daño justo como para que deseara estar muerto, pero no lo estaría. Había tenido suerte del despiste del terrestre, pero quizás la rubia no.
Ya había amanecido y se podía ver todo el bosque a la perfección. Ya estaba frente al campamento, así que queriendo averiguar de una vez que había pasado, se metió por los túneles.
Nada más salió, lo primero que vio fue todo lleno de cenizas. Lo que antes era verde y vivo ahora estaba negro y muerto. Pero no estaba solo, delante de él de espaldas se encontraban Finn y Bellamy.
Ambos se giraron al sentir algo a sus espaldas, agrandando un poco los ojos al verle. Antes de ninguno soltara palabra, salieron dos personas del transbordador desviando su atención. Murphy y un miembro de lo que fue el Arca, Marcus Kane, ayudándolo a caminar.
