𝟕- 𝐬𝐢𝐧 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐚𝐝𝐢𝐞 𝐬𝐞 𝐞𝐧𝐭𝐞𝐫𝐞

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Lo cierto es que Octavia estaba de los nervios

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Lo cierto es que Octavia estaba de los nervios. Había intentado darle agua a Lincoln, mientras Clarke intentaba llegar a alguna conclusión sobre lo que hacer, pero él solo la había tirado.

—Iré a por más. —anunció, levantándose para salir de allí y respirar un poco de paso. Bellamy se plantó delante de ella parándola.

—O, en cuanto su cuerpo expulse la droga se pondrá bien

—No puedes protegerme de esto, hermano —negó ella, aunque sabía que él solo intentaba animarla. Bellamy asintió, preocupado, y le dejó salir.

Irina suspiró, pero no se movió del sitio porque sabía que la chica necesitaba un rato a solas. Observó junto con Bellamy como Clarke vendaba la herida de la pierna de Lincoln, donde Octavia le había disparado.

La rubia se agachó, sabía que necesitaba apoyo, o creer en sí misma. Le habían llevado allí esperando que ella supiera que hacer, pero lo cierto es que seguramente tendría tan poca idea como ellos. Por eso, le puso una mano en el hombro, dándole un apretón.

—Escucha, puedes hacerlo. Siempre acabas curándonos a todos —la animó Irina.

—Esto es diferente, no sé cómo lo han convertido en esto. No sé cómo pararlo —negó Clarke, apretando la venda de la pierna del terrestre.

—Solo hay que pensar, como siempre —comentó, concentrándose. Bellamy las miraba desde atrás. —Si han podido convertirlo en segador, se puede revertir el proceso. Siempre ha sido así con estas cosas.

Clarke levantó la mirada, y asintió. Irina tenía un punto.

Octavia abrió la escotilla, e Irina se levantó por inercia. Pero al parecer no venía sola, había un terrestre detrás. Al ver esto Bellamy agarró un arma y la cargó de inmediato, e Irina agarró el cuchillo que siempre llevaba en la cintura, apuntando con él.

—¡Chicos! Tranquilos, es Nyko. El amigo de Lincoln, un sanador. —en cuanto Octavia dijo aquel nombre Irina se relajó, y guardó su cuchillo, reconociéndolo. Bellamy lo pensó más, pero tras escuchar como Lincoln sufría una convulsión de nuevo, le dejó pasar.

Nyko pasó entre Irina y Blake, y se arrodillo junto a su amigo. Ellos le siguieron. Sacó una especie de cartera de piel, donde había un montón de frascos, como los que guardaba Lincoln aquel día que le torturaron. Después, sacó uno de los botes y lo inclinó, queriendo que una gota callera en la boca del terrestre. Antes de hacerlo, murmuró algo.

Yu gonplei ste odon —ninguno lo entendió, ya que aquella frase era en el idioma de los terrestres. Pero Clarke si pudo, y no era nada bueno. Así que antes de que la gota callera, ella la paró con su mano.

—Espera —sentenció, mirándolo con el ceño fruncido. Nyko rápidamente sacó un cuchillo, listo para defenderse.

—Atrás. Ahora —ordenó Bellamy apuntándole con la pistola. Irina miro confusa la situación, ¿Qué había dicho Nyko y porqué Clarke lo había entendido?

Los 100 | Bellamy Blake ②Donde viven las historias. Descúbrelo ahora