-Tenía que ser suficiente, debía aguantar, como su madre le había dicho, como llevaba repitiéndose toda la vida.
Se fuerte, Irina. Lo suficiente como para acabar con los del Monte Weather, para ser más inteligente que ellos. Lo suficiente como para...
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Hunter le había dado agua, y también un trozo de carne que habían traido los terrestres. Y sinceramente, eso le hizo ver cuanto lo había extrañado esos días que había estado sin hablar apenas con él.
Después, cuando estuvo sola y tuvo de nuevo tiempo para pensar, su cabeza volvió a viajar a Bellamy. Era raro estar sin él, porque desde el primer día en la tierra, lo había estado, a excepción de aquellos tres días agonizantes con Agnes.
Suspiró, diciéndose a sí misma que ninguna persona rara que hubiera por el bosque lo había matado, o que alguno del Monte Weather lo había pillado a él o a Lincoln. Se repitió que estaría bien, porque si pensaba en otra cosa, en cualquier posibilidad de que el plan había salido mal y ahora ellos dos estaban en peligro, se volvería loca.
De todas formas, tampoco pudo pensar más, porque Indra entró a la nave y se acercó donde ella estaba sentada. Irina giró la cabeza, tratando de averiguar que quería, confusa por su presencia.
La terrestre apretó los labios, y miró a la rubia sin discreción. La miró de arriba abajo, analizándola. Y aunque ella estuviera totalmente desconcertada, y aquella mirada le impusiera, se obligó a sostenérsela. No iba a permitir verse débil.
Tampoco habló, ni dijo palabra. Simplemente esperó a que ella lo hiciera.
—Te enfadas muy rápido, no eres lo suficientemente ágil, no sabes manejar la espada, apenas tienes fuerza y no tienes ni idea de cómo moverte. —enunció Indra con su voz rasposa.
Irina hizo una mueca, lo que sea para reprimir las ganas de soltarle cualquier frase que no le convenía. Pensando en si Indra solo había venido para decirle lo que hacía mal.
Aún así se aguantó, y ni si quiera giró la cabeza para mirarla de nuevo, o para animarle a seguir hablando, pero Indra continuó.
—Pero tienes poder en la mirada, te sabes concentrar, logras analizar los puntos débiles de tu enemigo para aprovecharlos y no te rindes. —reveló, rebajando el tono de enfado de su voz, lo que le daba una pista a la rubia para pensar que quizás, estaba diciendo la verdad. —Tienes potencial. Podrías se una buena guerrera.
—Sí —afirmó Irina con sarcasmo, soltando una risa amarga—¿Cómo tú?
Lo había dicho sin pensar, le había salido solo, pero al ver la reacción de la terrestre no se arrepintió. Le había sorprendido un poco, pero estaba tratando de ocultarlo.
Indra apretó su mandíbula, y lo pasó por alto.
—Ven a Ton DC con nosotros. —sugirió, endureciendo su tono— Lexa querrá hablar contigo. Te entrenaremos. Octavia irá también.
Irina se quedó callada ante la propuesta, sin saber muy bien como reaccionar. No se lo esperaba, ni tampoco se esperaba que a Octavia se lo hubieran propuesto. Y de hecho, le parecía una oferta cuanto menos interesante, eso significaría aprender mucho sobre los terrestres, y sin duda, le vendría muy bien.
