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07

— Veo que pudiste dormir bien —. Tsireya llegó al lado de su hermano menor, se había levantado temprano. Extraño viniendo de él, pues dormía hasta la hora que Rotxo fuera a buscarlo. — No aceptaste mi té pero sí un paseo en mitad de la noche. — Una sonrisa picara se asomó por sus labios y Ao'nung, ya sabiendo con qué intenciones venía, rodó los ojos.

— no vengas con cosas raras, simplemente pensé que el rarito sería lo suficiente aburrido como para no querer despertar otra vez. — comenzó a jugar con la arena que estaba en medio de sus piernas cruzadas. Tsireya no pasó desapercibida esa acción.

— ¿a sí? eso no es lo que me dijo Kiri... — esta vez una sonrisa de esquina a esquina apareció, no tenía intenciones de que sus sospechas fueran secretas. Ao'nung la miró con una ceja alzada, era clara su pregunta "¿Qué te dijo?" — uhm... bueno, sé que neteyam regresó a su hogar antes que tú. Kiri te vió caminando por un rato más. — esta vez fue Tsireya quien miró al contrario con una ceja elevada, pidiendo una afirmación de parte del menor. Sabía que Kiri decía la verdad, además de que escuchó cuando Ao'nung llegó, se quedó despierta hasta tarde hablando con Lo'ak.

— pues simplemente me tardé más tiempo para llegar... no significa que no tuviera sueño. — rodó los ojos y se levantó de la arena. Tsireya negó varias veces con su cabeza y sonrió solo un poco.

Ao'nung decidió ir a donde estaba su madre, para su suerte no estaba con ningún metkayina en ese momento y podían hablar tranquilamente, comúnmente siempre había alguien hablando con su madre, siendo la Tsahik era bastante importante para el clan. Su madre nunca podía negarse a hablar con aquellos que lo necesitaran.

— oh, te levantaste temprano. — mencionó Ronal una vez Ao'nung se había aproximado lo suficiente. Se encontraba haciendo un tipo de collar, levantó la vista solo por un segundo y siguió en lo suyo. — Ayer llegaste tarde.

— ujuhm... — confirmó al mismo tiempo que se sentaba en el suelo de su hogar. — pensé que tal vez no te habías dado cuenta.

Ronal lo miró incrédula, — soy tu madre, sé cuando no estás en casa. Me preocupa que hagas locuras en la noche. ¿A qué saliste tan tarde? — preguntó mientras que aún seguía poniendo algunos caparazones y piedras al supuesto collar.

— nada, una pequeña caminata para conciliar el sueño. — "uhm" fue el único sonido que salió de su madre y lo siguiente que hizo fue pasarle algunas de las piedras que había recogido. Estas aún estaban sucias o tenían algunas cosas incrustadas. Le ordenó que los limpiara en el tiempo que estaba ahí antes de que Rotxo llegara pues todos los días, sin falta, salían a nadar en el arrecife.

Así hizo Ao'nung, unos minutos tras terminar su tarea llegó Rotxo. Este le sugirió ir a por los ilus y sus demás amigos para salir un rato.

Mientras estaban yendo encontraron a Kiri, esta estaba jugando con la arena en la orilla.

— ay, ¿podía ser más rarita? — dijo koro y el resto del grupo de metkayinas rió, ao'nung hizo lo mismo.

— ¿Ahora qué quieren? Dejen de ser tan molestos y céntrense en sus vidas. — kiri se levantó de la arena e intentó pasar entre ellos. Como era de esperarse, no la dejaron y se interpusieron en su camino. — apartense, se los voy a decir solo una vez.

Más los metkayina permanecieron en su lugar, ao'nung veía la escena con diversión. Desde que la omaticaya había llegado, se había mostrado arrogante. Como si fuera mejor que todos ahí, le estaban dando su merecido por fin.

Unas cuantas palabras no le harían nada, pensó que eso era todo lo que ellos harían; mas koro comenzó a halar su cola, otros la empujaban de un lado al otro. Cuando estuvo dispuesto a pararlos, siendo ya demasiado, se escuchó la voz de alguien ajeno a ellos.

— dejen a mi hermana en paz. — Lo'ak corrió hasta colocarse al lado de Kiri, veía amenazante a los que estaban a su alrededor pero en específico a uno.

Al que en algún momento sería el líder del clan metkayina.

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Ya corregí el error, sé que Rotxo es un pancito de dios, mis disculpas TT