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— ¡Oye! ¡Arándano! ¡No te muevas de ahí! — neteyam miró hacia el lugar de donde provenía la voz, sabía muy bien quién era el dueño de aquella melodía. Sin muchas ganas paró su andar y se quedó de cara al lugar en donde se encontraba Ao'nung.

— mi padre me pidió que me disculpará contigo y con Lo'ak, lo lamento. — Neteyam rodó los ojos — bueno, no es solo por mi padre. Lo medité — el de tez oscura lo miró incrédulo. — ¡De verdad! tú decides si creerlo arándano. 

— está bien, disculpas aceptadas. Mi padre también nos pidió que nos disculparamos. — incluso Ao'nung lo miró confundido. — lo sé, estúpido cuando ustedes hicieron mal y no nosotros. — Neteyam quitó la mirada del Metkayina y se volvió hacia el océano. Viendo las tranquilas olas llegar a la orilla y decidió sentarse, aún con la presencia del otro detrás de él. 

— ¿no te enseñaron que está mal dar la espalda? es de mala educación. — Ao'nung resopló y miró al contrario disgustado por la actitud irrespetuosa que mostraba hacia su persona.

— bueno, lo hicieron. Pero no me importa hacerlo si estoy hablando con idiotas. — sonrió, ao'nung no pudo apreciar la expresión en su rostro; mas estaba seguro que casi podía verlo por el tono arrogante que había usado. 

Ahora era el metkayina quien sonreía, pensaba en neteyam como el "perfectico" que se daba de amable, pero en realidad no tenía pelos en la lengua para decirle sus verdades, y soportaba, más que el resto, sus bromas. Podría incluso estar pensando en que el sujeto era algo agradable. No lo suficiente para ser amigos pero seguro que podrían bromear de vez en cuando.  Se sentó a su lado, también fijando su vista al océano. 

— ¿por qué ves tanto al océano? ya casi que pareces igual de rarito que Kiri. — neteyam lo miró disgustado, era claro que la mención de Kiri estaba de más. — perdón, retiro el comentario. — rodó los ojos, Neteyam decidió aceptar las disculpas falsas. 

— no lo sé, hay algo que me atrae, probablemente sea porque es nuevo para mí y no he tenido el tiempo de explorarlo debidamente. — volvió lentamente su mirada al arrecife una vez más y cerro los ojos mientras que se apoyaba con sus manos en la arena para echar su cabeza hacia atrás. 

— ¿Quieres que te lo enseñe? — Ao'nung no sabía de donde había salido aquella invitación, tal vez como forma de devolverle el favor por aquel paseo. Neteyam sonrió, tomando la invitación como una broma. 

— ¿para que me ahogues por ahí? no, gracias —. seguía en la misma posición de antes solo que abrió los ojos, no se había dado cuenta que de esa manera podían verse a los ojos, tal vez un poco muy cerca. Aún así sostuvo la mirada, no iba a ser él quien la apartara. 

Mas tampoco sería Ao'nung.

tweets > aonung x neteyamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora