You || Ohmnanon

8

NANON

Abro los ojos cuando siento una lengua en la cara y veo a Moo moviendo la colita.

—Hola —susurro acariciándolo.

Ya está oscuro acá, y solo nos ilumina la pantalla de mi computadora.

Ohm se ha sentado en el piso, y está escribiendo algo.

Me quedé dormido después de comer, mientras veíamos la película.

—¿Qué hora es? —pregunto buscando mi teléfono.

—La noche ya terminó, te dormiste hace horas —dice sin mirarme.

Me levanto para ir a su lado y veo que está avanzando el trabajo.

—¿Qué haces?

—No quiero que tengas que venir de nuevo, así que estoy aprovechando el tiempo —responde volteando a mí.

—¿No quieres que lo haga? —pregunto haciendo un puchero— ¿Te aburrí tan rápido?

Él baja la mirada, con las mejillas rojas.

¿Le gusto?

—En realidad, disfruté tu compañía hoy, Nanon.

—¿Aunque solo serví para distraerte de tus responsabilidades?

—Mis responsabilidades pueden esperar.

Me quedo en silencio, mirando sus ojos, porque me mira a mí.

No, definitivamente no es tan feo.

—Y-Ya debería irme —digo aclarando mi garganta— está amaneciendo ya.

—Oh, guardaré esto, para apagar la computadora.

—Puedes usarla, tengo la mía personal en casa.

—N-No...

—Ohm, te servirá para avanzar, el trabajo es de ambos, y voy a llevármela cuando acabemos.

Él asiente suavemente.

—Bien.

Camino a la mesa para agarrar mi flor.

Yo adoro los regalos, todos, sin excepción.

Mis papás siempre me dan regalos, desde que era un niño, porque suelen estar ocupados, pero nunca se les olvida enviarme algo.

Es su manera de demostrarme que realmente se acuerdan de mí, aunque a veces siento que no así es.

—Te acompaño al auto —dice levantándose— espero que mamá no despierte.

—¿Ella está aquí? —pregunto ya avergonzado.

—Llega siempre cuando la comida se acaba.

—¿Crees que piense que estoy abusando de su confianza?

—¿Por qué lo pensaría? —menciona negando con la cabeza— a ella le dio gusto que estuvieras descansando y no te dio las buenas noches porque no quería molestar.

No me convence.

Me preocupa que ella crea que soy irrespetuoso, y siento que empecé haciendo todo mal.

—¿Vamos? —agrega en un susurro.

Asiento caminando delante de él, le doy muchos besitos a Moo y abro la puerta con cuidado.

—Vendré en la noche —le aviso ya afuera.

—Aquí estaré.

Ohm es la persona más atenta que he conocido en mi vida.