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OHM

Siempre he estado seguro de poder con todo, para aguantar el tiempo que necesite para acabar esa carrera, pero esto me ha sobrepasado.

No quiero ir.

—¿Tampoco sales hoy? —me pregunta mamá desde la puerta.

—¿Por qué no puedes tocar? —respondo poniéndome de pie.

No quiero tener esta conversación, así que voy a escapar al baño.

Sé que ha notado que es obvio que algo anda mal, pero no quiero hablar al respecto.

No quiero contarle qué pasó.

—Me voy yo —dice ella dando un paso atrás.

Se lo agradezco.

Me siento en la cama, y estiro mi mano al teléfono.

No sé si Nanon ha querido escribirme, porque lo he bloqueado.

Es que no hay que pueda decir que yo quiera escuchar.

—Soy idiota —le digo a Moo, que está sentado en un rincón— y le creíste tú también, así que no puedes juzgarme.

Cubro mi cara con la almohada.

Debió solo usarme para las tareas sin acercarse, a mí no me molestaba, había vivido mucho tiempo así.

—Y era suficiente —agrego con un nudo en la garganta— yo no necesitaba todo lo que hizo, a mí me bastaba con que me tirara sus libros y se fuera.

Me sentía tan poco para él, que era un halago que estuviera utilizándome.

Lo que odio es no poder cerrar los ojos sin recordarlo sobre mí, besándome.

Quisiera reiniciar mi mente, porque no quiero vivir pensando en lo bueno que fue algo que nunca tuve en realidad.

Me levanto, para sentarme al lado de Moo.

Debe estar harto de mí, porque pasé los últimos días llorando acá.

—Vas a tener que soportarme, no voy a salir pronto de acá.

Me pongo en alerta cuando se levanta y corre a mi puerta, rascándola para salir.

—¿Qué pasó? —le pregunto levantándome para abrirle, y sale veloz.

Mi cuerpo se tensa, cuando escucho un auto estacionándose.

Mamá es rápida, ya está yendo a abrir la puerta.

—Nanon —dice feliz.

Me acerco dando pasos largos, y agarro su brazo, para alejarlo de ella.

—Vamos a hablar.

Cierro la puerta yo mismo, y lo jalo a un lado, porque no quiero que mamá escuche.

Ahora si voy a tener que explicarle qué pasó.

—No vengas, ¿bien?

—Quise darte espacio al principio, pero no vas a clases, y no respondes mis mensajes.

—¿Entonces no pudiste conectar tus dos neuronas para entender que quizás estoy evitándote?

Tengo una presión en el pecho, cuando veo que sus ojos empiezan a brillar y baja la cabeza.

—Solo necesito que me dejes explicarte lo que pasó.

—Nanon —digo más serio— ¿Por qué no entiendes que no me interesas más?

—Pero...

—No te quiero cerca, no me importa lo que tengas que decir, nunca voy a escuchar tus justificaciones idiotas.

—Es que no entiendes que mi papá...

—¡No quiero oírte! —le grito fuerte y mamá abre la puerta.

Retrocedo, intentando regular mi respiración.

Veo que mamá está preocupada a él, porque está llorando.

La tranquiliza escuchar que le dice que todo está bien, y nos da espacio de nuevo, pero no cierra la puerta.

¿Ahora se supone que yo soy el malo?

Nanon siempre parece asustado, porque estoy enojado.

No es como si fuera a hacerle algo malo, es él quien me hizo algo a mí.

Me acabó.

Agarro su brazo de nuevo, y camino con él a su auto.

—Vete, por favor, y no vuelvas a intentar hablar conmigo, y no te acerques más a mí.

—Ohm...

—No vuelvas a acercarte a mi casa, tú sabes lo que hiciste.

—Yo no pienso las cosas que escuchaste ahí.

—No te creo —digo ya sin mirarlo.

—Ohm —insiste intentando agarrar mi mano— por favor, no me hagas esto.

—¿Yo a ti? ¿Qué hice yo además de amarte como un imbécil?

Tengo mis lágrimas de nuevo ahí, y me duele que esté llorando, pero no voy a creerle.

—Regresa a tu vida, Nanon, dentro de ti sabes que esto no tiene sentido, porque yo nunca voy a pertenecer a tu mundo.

Era cuestión de tiempo, él nunca me tomó en serio.

Sus palabras, aunque sean dolorosas, tienen sentido y yo siempre lo supe.

Él es parte de la realeza y yo soy todo lo que escuché ese día.

Sí, me dolió, pero esa es la realidad.

Me alejo, entrando a casa, y escucho los pasos de mamá en la sala.

—¿Qué te pasa? —me pregunta mirándome decepcionada.

¿De mí?

¿Realmente estoy mal yo?

—Tú adoras a Nanon, ¿no es acaso el mismo chico del que estás enamorado?

—No lo es —respondo con ese dolor horrible invadiéndome de nuevo.

You || OhmnanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora