You || Ohmnanon

9

OHM

Quisiera no sentirme decepcionado, porque Nanon apenas y me ha saludado de lejos, al llegar.

No sé por qué creí que podíamos ser amigos o algo así.

Solo fue una noche, no debí creer que eso cambiaría algo.

Desde que se sentó no volvió a dirigirme la mirada, y se ha ido rápido cuando la clase terminó.

Bajo la mirada a mi libro, acomodando mis lentes.

Supongo que voy a pasar otra vez la hora libre leyendo en la cafetería.

—Ohm —dice Toey apareciendo a mi lado.

—Hola.

—¿Quieres compañía en el almuerzo? —me pregunta sonriendo.

—No.

—Oh —responde haciendo un puchero— ¿Y en la tarde? ¿Ya tienes planes?

—Sí.

—Umh... pensé que podías venir conmigo a casa, para ver una película en el cine.

—¿Eres dueño de un cine?

—Sí.

—¿Trabajas ahí? —pregunto levantándome y él camina detrás de mí.

—No es esa clase de cine, es mi cine, uno en casa para mí, y papá me dijo que podía invitar a un amigo.

Claro, a veces olvido la gente acá no es común.

Es la clase de gente que tiene un cine en casa.

—Seguramente tienes muchos que van a querer ir, adiós Toey.

Me despido para caminar más rápido por el pasillo, agarrando mi libro.

Toey es agradable, pero me gusta pasar el tiempo solo.

Nanon es solo una excepción.

—Quítate, idiota —dice Bright empujándome al pasar por mi lado, y me hace caer.

Me levanto, mirando el libro roto en el suelo.

Me duele, porque me ha costado bastantes días de trabajo, aunque sea de segunda mano.

—Lo siento —susurra Win colocando dos billetes de cien dólares en mi mano— espero que cubra el precio de eso, es que no tengo idea, porque nunca he comprado un libro en mi vida.

—N-No...

—No me gusta leer —agrega sonriéndome— yo no necesito ser inteligente, porque ya soy rico y papá dice que no tengo que esforzarme nunca.

Bueno, ese es un buen punto.

—Bright lo siente —dice colocando su otra mano en mi hombro, antes de irse.

—¡Gracias, Win!

Aún veo el dinero en mi mano, y aunque no quiera aceptarlo, Win no lo va a querer de vuelta.

Cuando volteo, me choco directamente con Dew.

Él me sonríe.

—Lo siento —me disculpo rápido haciendo una reverencia.

—Lo siento yo, estaba algo distraído.

—Fue mi culpa.

—No te preocupes, eh, tú eres... oh, tú eres el becado que le hace la tarea a mi novio, te conozco.

Agacho la cabeza, asintiendo.

Claro, eso soy.

—Sí, nosotros estamos juntos en la facultad.

—Qué suerte, Nanon necesita ayuda, porque es tonto, así que debería agradecerte.

—¿Disculpa?

—Ya sabes como es, no sirve para mucho más que ser lindo.

Frunzo el ceño confundido, porque quiero creer que he escuchado mal.

—¿Estás bromeando? —pregunto casi en un susurro, porque no me atrevo a decírselo directamente— porque no eres divertido.

—Claro que es una broma —responde riendo— también sirve para follar.

Lo miro sin poder creer lo que dice y él se acerca, empujándome.

—Pero tú no vas a tener el gusto de confirmarlo, porque es mi Omega, y me parece poco inteligente haberte fijado en alguien que está fuera de tu alcance, suelo ser agradable con las personas minúsculas como tú, pero si hay algo que me molesta, es que un pobre e insignificante igualado crea que puede acercarse a mi novio.

No tengo idea de qué decirle, porque me ha tomado por sorpresa.

—Si de mí depende, puedes perder la beca, así que ubícate en el nivel al que perteneces o voy a destruirte la vida; yo no soy un lobo idiota, vi la horrible flor que le diste, y me incomodó aunque solo le causaste risa y la tiró a la basura, no la necesita, porque yo cubro su casa con miles de rosas cada semana, así que deja de humillarte intentando cortejar a alguien que ya le pertenece a un Alfa ampliamente superior a ti.

Respiro profundo cuando se aleja y vuelve a sonreírme.

Me duele el corazón, porque creo que tiene razón.

—Disculpa a Bright —agrega despidiéndose— a veces es maleducado con la servidumbre.