Capítulo 17. Una fiesta llena de amor.

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Ha pasado ya una semana desde que terminé con Frank no lo he visto en la escuela y los rumores dicen que está de viaje de negocios con sus padres

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Ha pasado ya una semana desde que terminé con Frank no lo he visto en la escuela y los rumores dicen que está de viaje de negocios con sus padres.

El baile se acerca y no se qué haré, no es como que sea la chica más codiciada en esta vida, así que pienso ir de solterona con Alice que como buena amiga se a ofrecido a acompañarme a pesar de haber tenido una buena opción para una cita "según ella".

Ya que soy la "novia" del Foxter e recibido muchas invitaciones a fiestas últimamente.

He rechazado muchas pero Alice dice y cito textualmente:

"—Deberías salir, no puedes vivir toda la vida encerrada en lo que ocurrió."

Y tiene razón que Frank me haya superado o nunca haya tenido que hacerlo significa que yo también puedo hacerlo.

Así que cuando Natacha reparte invitaciones a su fiesta decido ir. Se que él no está en la cuidad así que por mí está perfecto.

. . .

Alice no podrá acompañarme, se sacrificó a cuidar a Maicol mientras yo voy y ella hace un trabajo de clases, me pidió que si un compañero podía ir y ¿Cómo me negaba después de todo lo que ha hecho por mi? Nunca.

Baje los escalones vestida con un vestido azul y ondulaciones hechos por la tela, era un azul brillante parecido a un vestido que sé que Laila usaría.

Al bajar tenía la mirada gacha en no caerme con los tacones que llevaba, levante la mirada en el último escalón y me sorprendí al ver el compañero de Alice, otro Foxter, para ser específicos Dereck, abrí los ojos como platos al ver a mi ex cuñado si es que se le podría decir así.

—Estas, hermosa. —menciona Alice al verme.

—Gracias —sigo mirando a Dereck.

No es que tenga nada contra él, que su hermano sea un tarado no significa que él también lo sea ¿Será? No, no ¿O sí?

Miro a ambos varias veces, la verdad no serían mala pareja. Pero no pienso entrometerme, si necesitamos volver a llorar estaré ahí para Alice.

Me despido estrujando el cabello de Maicol en el camino y escucho su pequeña queja de lejos.

La casa de Natacha no queda tan lejos pero aún así decido tomar un taxi.

Al llegar el ambiente está impregnado de personas bailando, bebiendo algo que dudo sea jugo, etc...

Cuando estoy por buscar un poco de ponche para probar y que con suerte tenga algo de alcohol un chico de pelo castaño casi rubio y sonrisa deslumbrante se me acerca rápido reconozco que es Kail.

—Hola —saluda elevando algo la voz por la alta música.

—Hello Kail —digo sin mucho ánimo.

—¿Todo bien?

La atracción está en el aire #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora