Capítulo 20. Te quiero, joder, mucho.

195 15 0
                                    

Esa voz me paralizó completa, era como si el mismísimo diablo saliera del infierno y decidiera aparecer detrás de mi

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Esa voz me paralizó completa, era como si el mismísimo diablo saliera del infierno y decidiera aparecer detrás de mi. Mis músculos se tensaron y sentí un escalofrío aterrador.

No respondí.

-Dije «Hola» -fue su respuesta a mi silencio- ¿No te alegra ver al amor de tu vida?

¿Ah? ¿Que se creía este wey? ¿El amor de mi vida? La espina de mi culo será. Decidí continuar buscando a Frank e ignorarlo completamente.

-No me ignores Mel.

Insiste, yo lo ignoro.

Hasta que él decide correr y acercarse más a mí, me agarra del antebrazo y yo me paralizó de nuevo, ese tacto me hace sentir insegura.

-Suéltame -susurro, pero se que él me escucha.

-No hasta que me saludes de forma decente.

-Suéltame -digo un poco más alto con un más firmeza.

-¿Que harás si no?

Justo cuando estoy por volver a contestar un «suéltame». Una estridente voz que conozco muy bien responde por mí.

-Lo que haré es que estampare mi puño contra tu estúpido rostro -enuncia Frank.

-¿Y tú eres...?

-Suéltala, si no quieres descubrilo a los puñetazos.

Él me suelta, me había agarrado con tan poca delicadeza que dolía, mi novio al notar que no disimulaba lo incómoda que estaba decidio que nos largaramos de ahí, todo iba bien hasta que él baboso decidió abrir de nuevo la bocaza con un comentario doble sentido.

-Y pensar lo bien que nos lo pasabamos en todos lados.

Sentí rápido que alguien ya no agarraba y todo ocurrió en cámara lenta, él pelinegro salió casi volando con el puño apretado hacia la cara de Grew. Solo escuché el crujido de un hueso y luego vi a mi ex sosteniéndose la nariz.

Había golpeado duro a Grew en la nariz y yo no podía estar más sorprendida y asustada.

Se volteó muy digno me agarró de la punta de los dedos emprendiendo nuestro camino fuera de ahí. Cuando ya estábamos los dos solos en los pasillos observé su mano que ahora se entrelazaba con la mía y vi la sangre en sus nudillos.

-Podria curarte eso -señale.

Él me miró y asintió, todavía se veía la adrenalina en sus pupilas.

Fuimos a enfermería, se sentó en la camilla, la enfermera no se encontraba así que empezé a abrir armarios hasta que encontré lo que necesitaba. Primero coloque el alcohol en una motita de algodón y empezé a limpiar, no se notaba ni un atisbo de dolor, sus ojos no dejaban de verme solo a mí en vez de a lo que hacía.

Sabía que seguro tenía muchas preguntas sobre lo que había ocurrido ya que estaba más que claro que eso no fue un simple encuentro con un conocido, que esa persona en su momento había sido algo más.

Así que antes de que pudiera preguntar decidí empezar a hablar, él estaba preocupado, merecía saber la verdad.

-Fue mi novio -se me hizo un nudo en la garganta al hablar de esto, no era un tema de mi agrado, pero no me detuve- hace ya unos siete meses desde que la relación concluyó... -me interrumpe.

-Si no te sientes cómoda, no te presiones a decirlo...

Ahora soy yo que lo interrumpe.

-No, quiero decírtelo.

Él asiente mientras yo continuo.

-Lo conocí unos dos meses después de que mi padre murió, estaba sumida en mi tristeza y él bueno me «ayudo» hasta cierto punto, fue un apoyo en cierta parte de mi vida y agradezco eso. Pero no ayudo con mis inseguridades, no sé si los has notado pero yo soy muy insegura y aveces no me siento suficiente. Él en cierta parte se aprovecho de aquello.

»Mi primera experiencia fue con él, pero él era de estos que solo buscan su beneficio, así que digamos que me sentía extraña aveces usada. Pero pensé que era así, nunca proteste...

-Por eso tienes miedo, tienes miedo d que pase lo mismo entre nosotros -afirmo.

-Sí -confirme.

No había dejado de curarle en todo momento, no había podido mirarle a los ojos y no dejar de pensar en que debí haberle contado antes. Hasta que él con delicadeza tomo mi barbilla y me obligo a mirarle.

-Yo no soy él, Melanie.

Se veía un deje de dolor en él.

-Lo sé, lo sé, solo que siento tantas cosas cuando estoy contigo que tengo miedo de que una mala experiencia lo arruine, tú eres especial para mí y yo ¡Ah! Te quiero, joder, mucho. Pero no quiero arruinar esto ¿Prometes darme tiempo?

Él me miró con mucha ternura en sus ojos, como si fuera lo más delicado y preciado para él.

-Mi reina, todo el que necesites.

Y luego se unieron nuestros labios.

Y luego se unieron nuestros labios

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




__________________________________________________________

Jijij noticia, no les avise que este es el último capítulo de esta historia jajaja, es algo muy gracioso. Pero antes de que enciendan las antorchas les comunico que habrá epílogo y varios extras ya verán.

Espero hayan disfrutado esta historia. Sepan que quede enamorada de estos personajes y todo lo que representan.

Muchísimas gracias por el apoyo, los amooo!!!✨💖

La atracción está en el aire #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora