una leyenda de dos espadas, la del dios del mal y la de la luz, un chico que nació para morir pero demostraría que puede cambiar el destino con solo esfuerzo y trabajo duro. pese a la envidia del uzumaki y el uchiha.
los personajes no me pertenecen...
Corriendo pues la vida de lee está en peligro, el forzó su cuerpo más allá del daño, llegando al hospital donde lo hospitalizan, aunque los médicos se negaron atender al demonio cejas, la sannin de las babosas no lo acepto poniéndolos en su lugar de un puñetazo en la pared, por el susto lo atenderían.
Hinata: gracias.
Tsunade: no me agradan esos capullos.
Naruko: el estará bien.
Hinata: como esta mi novio.
Tsunade: tú eres la novia de esa ceja.
Naruko: déjenlo en paz.
Adentro del hospital tratarían de detener el sangrado del brazo y piernas izquierda de rock lee, pues está muy rota, y costillas, cuando las noticias llegaron a oídos de gai-sensei literalmente atravesó la pared del hospital gritando con una shizune colgada de su brazo.
Shizune: te dije que por la puerta.
Gai: no hay tiempo que perder, lee necesitaba mi ayuda.
Naruko: -con gota de sudor en su frente- sí que atravesó la pared, gai-sensei.
Gai: ¿en qué habitación esta lee? –pregunto rápidamente al verlas-
Tsunade: el estará bien, bueno eso creo, es un jinchuriki.
Lee luchaba una vez más con la vida, inconsciente con una media sonrisa, pues logro salvarla, para el eso es una victoria, pese a que puede morir, no importaba él no quería que la hyuuga pierda esa linda sonrisa, tras atenderlo, lograrían limpiarle la sangre, le vendarían, el salió unos tres días después, despertándose solo para notar a su novia ahí dormida sobre su costado.
Lee: como hinata-hime no era necesario que te quedases aquí –acariciándole la cabeza con una sonrisa-
Después de que se fue al complejo hyuuga, apenas si se puede moverse, él se negaba a quedarse en su camilla a descansar, cuando no lo vieron, el salió de la habitación, haciendo ejercicio con su única mano sana, planchas con dificultad, pues no puede quedarse ahí sin hacer algo, quería volverse aún más fuerte que antes y para ello debería de continuar con sus entrenamientos para agrandar su juventud.
Lee: si al menos no hago unas 1000 flexiones con mi brazo derecho, golpeare unas 10000 un árbol –con determinación sigue pese a ver que el dolor está en su brazo-
Con tanto calor le hace recordar las veces que hizo el mismo ejercicio hasta que su propio brazo cedió por el duro esfuerzo, volvería a caer, apretando los dientes, con gotas de sudor bajando por su rostro, para su suerte no está usando ninguna de sus cuatro polainas pesadas ni la mitad de su expandes verde del torso para arriba, levantándose con un solo brazo colocándose de nuevo haciendo ejercicio.
Lee: 500...501...502...503...504...505...506... -tan lastimado que ni llega a los 700 veces antes de caer nuevamente-
El sonido fue escuchado por la enfermera, que por más que tiene miedo de lo que es capaz el niño demonio ceja, es un paciente y necesita tener paciencia, también le da miedo gai-sensei y shizune y tsunade, cuando se acercó para llevarlo de nuevo a la camilla, lee se da cuenta de su presencia, volviendo a ejercitarse, debía ser mucho más fuerte si quiere protegerla.
Enfermera: ¿Qué haces aquí afuera? Tienes que volver a descansar.
Lee: me niego hacerlo.
Enfermera: son órdenes de tsunade –dice apunto de sujetarlo-
Lee: no me toque, yo sé que puedo –levantándose volviendo a comenzar- 1...2...3...4...5...6...7...8.
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