Little Swan [BTS x Reader]

Capítulo 2: Fuga

Jimin se levantó y miró a Jungkook, ambos riéndose. T/N empezaba a detestar tanta sonrisa y felicidad. Aquello iba por mal camino. Estaban solos, T/N y Jeon, en la habitación después de que se cerrase la puerta.

–Bueno, señorita T/N. Ahora que estamos solos, vayamos al grano. Pero antes, déjeme...

Se dio la vuelta y comenzó a rebuscar entre lo cajones de la mesa de noche y después de su escritorio. T/N sabía que era ahora o nunca. Todo aquello le daba un mal presentimiento, y si no hacía nada, todo parecería como si se hubiese hecho con su propio consentimiento. Así que se descalzó de sus tacones, y deslizándose sigilosamente mientras Jungkook le daba la espalda, esperó delante de la puerta unos milisegundos. ¿Y si Jimin y los guardaespaldas la estaban esperando fuera? ¿Y si ya sabían todos sus movimientos? ¿Y si no había escapatoria? ¿Qué le harían?

Aun así, no quería dejarlo todo a la incertidumbre, así que recogió toda la valentía que le quedaba mientras cogió aire, y abrió la puerta rápidamente, sabiendo que en cuanto lo hiciese, se escucharía también el mismo pitido de salida que emitía la misma. Escuchó un grito detrás suyo, pero no miró atrás. Corrió por los pasillos y entró rápidamente al ascensor. Le dio desesperadamente repetidas veces al botón del ''sótano'', donde se encontraba su coche. Antes de que siquiera Jungkook doblase la esquina, las puertas se cerraron.

Mientras rezaba por su vida y que nadie le diese al botón de plantas más bajas con el corazón en la garganta, se dio cuenta de que aún llevaba el vestido y que estaba sin zapatos, con las medias tocando directamente suelo frío. Pero no le importaba, así que desgarró ligeramente un lateral de la tela para darle mayor movilidad y sacó la llave del coche para tenerla preparada.

Llegó sin problemas al sótano, esperándose la intervención de alguien al abrirse las puertas. Sin embargo, estando todo despejado, corrió hacia su coche, un par de filas más allá, entró y le dio rápidamente al botón Start de su Volvo automático. Apretó el acelerador y salió del parking subterráneo lo más rápido que pudo, haciendo que los neumáticos chirriasen estruendosamente. Se quitó los pendientes que la incomodaban, así como la pequeña tiara que llevaba en la cabeza. Se saltó un par de semáforos y tomó la primera salida hacia la autopista. Iba unos 30 km/h más de lo permitido, pero eso ahora era lo menos importante.

Se dio cuenta de que un par de coches negros la estaban alcanzando, y, de hecho, la estaban comenzando a adelantar, así que decidió apretar más y aceleró todo lo que pudo hasta que vio que era simplemente inútil. Por lo que tomó una salida inmediata hacia lo que parecía ser un polígono industrial poco transitado. Esperaba poder confundirles y encontrar la manera de volver a la autopista sin que ellos se diesen cuenta. Avanzó varias calles y trató de desviarse por un pequeño patio de lo que fue una vez una fábrica de botellas. Sin embargo, aquel plan se fue literalmente a la mierda en cuanto uno de los coches le cortó el paso antes de girar a la derecha. Frenó bruscamente, el cinturón se bloqueándose de repente, sintiendo su esternón oprimiéndole la respiración.

Se desabrochó rápidamente y se bajó del coche con la intención de huir. Sin embargo, se chocó de frente con Jimin. Se cayó al suelo por la inercia de impacto, y ese fue el momento en el que se percató de la peligrosa debilidad que estaba sintiendo en su cuerpo. Llevaba unos días muy estresantes y su dieta era casi inexistente debido a los continuos viajes que tenía que hacer. Además, los últimos meses repitió numerosos turnos de noche y de día, y combinó todo tipo de misiones para poder hacer frente a todo. Su cuerpo no podía más, se encontraba frágil desde hacía unos meses y sabía que no iba a salir de ahí fácilmente. Un pequeño gemido de dolor salió de su boca cuando quiso levantarse y sintió su cuerpo dolorido y las palmas de las manos rasguñadas.

En cuanto la adrenalina se fuese, todo aquel dolor iba a multiplicarse. Pero tenía que levantarse del suelo y luchar. Apoyó ambas rodillas contra el asfalto y cogió impulso con las manos para ponerse en pie y mirarse cara a cara con Jimin.