T/N colgó rápidamente. Se había puesto nerviosa al escuchar la voz ronca y grave de Yoongi, pero aún más cuando se dio cuenta de que la estuvo esperando. Sabía que le iba a llamar.
Su pantalla se iluminó y en ella aparecía el número de Yoongi llamando. No sabía qué hacer, así que mientras intentaba reaccionar, ya tenía una llamada perdida suya.
¿Y ahora qué?
La volvió a llamar, pero siguió sin contestar. ¿Qué le diría? Sí, Yoongi. He tardado porque soy predecible, y ya me estaba dando la ansiedad por no estar a tu lado.
No podía soltar semejante gilipollez. Parecería una gata en celo. Mejor dejarlo estar y ya mañana le contaría algún cuento.
Tok. Tok. Tok.
Joder. Joder. Joder.
¿Quién era a esas horas? Ahora sí que le había entrado el miedo de verdad. ¿Se quedaba en silencio y vería qué pasaba?
Tok. Tok. Tok.
–¿T/N? T/N, soy yo. Ábreme la puerta. ¿Por qué cojones no contestas el móvil?
Ah, solo era Yoongi.
Espera.
¿¡Yoongi!?
Se levantó de la cama, tropezándose con las sábanas enredadas en sus pies. Se dirigió a la entrada y abrió la puerta lo más rápido que pudo, intentando no impacientar más al pelinegro.
El escenario con el que se encontró la hizo ponerse roja, morada, azul, roja otra vez, granate y seguramente pálida. Yoongi se encontraba en unos pantalones de seda grises largos, unas chanclas y el torso al descubierto, mientras sujetaba un cigarrillo en la boca y en la mano el móvil.
–¿¡Yoongi!?
–¿Por qué estás tan espantada de verme? ¿Para qué me llamas y no me contestas? ¿Qué te sucede?–dijo mientras guardaba el móvil en el bolsillo, sujetando el cigarrillo lejos de T/N para no soplarle el humo directamente.
–Nada, fue sin querer. Lo siento–y cerró la puerta de golpe.
O eso pensó que hizo, pues esta quedó entreabierta y Yoongi estaba abriéndola de nuevo.
–¿Qué haces, pedazo de burra? ¿A dónde crees que vas? Me has llamado. Dime el por qué antes de que pierda la paciencia.
No, no, no. Había cometido un error. No tenía que haberle llamado. Todo eso era producto de su paranoia y su estrés constante de que alguien la iba a disparar mientras dormía.
Estaba cabizbaja enfrente de aquel hombre, y no sabía cómo decirle lo que estaba pasando por su cabeza en aquel momento. Lo único que se le ocurrió decir fue lo siguiente:
–¿No estabas dormido?
–¿Tengo cara de haber estado durmiendo? Porque tú tampoco, y tienes unas ojeras enormes. Así que no me mientas. ¿Qué te pasa?
–Nada. Solo que me sentía sola y me estaba dando cierta ansiedad no estar...en...como en casa.
Lo había dicho. Lo había dicho fatal y había sonado a burrada como una catedral. La vergüenza que sentía en ese momento era inexplicable. Tenía 20 años, por Dios. ¿Qué coño hacía diciéndole a un hombre que se sentía sola en un hotel, en medio de un viaje estando ellos solos?
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Little Swan [BTS x Reader]
Fanfiction-No está mal, Jungkook. No está nada mal- dijo Jimin. -Si no le importa, ¿me podría acompañar a mi despacho que tengo reservado en el hotel? Me gustaría comentar sobre unos asuntos que, bueno-, se le acercó más-, se deben hablar en privado- dijo Jun...