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Al acabar el seminario, Min YoonGi guardó apresuradamente el trozo de papel dentro del diccionario de italiano.

ㅡSiento lo que ha pasado. Soy Kim Namjoon ㅡlo saludó su amable compañero, tendiéndole la mano.

El joven se la estrechó y Namjoon se maravilló de lo suave que era la de él comparada con la suya.

ㅡHola, Namjoon. Yo soy YoonGi. Min YoonGi.

ㅡEncantado de tenerte por aquí, YoonGi. Siento que Jungkook se ha comportado como un imbécil. Ahora entenderás por qué su apodo es El Profesor, con mayúscula ㅡdijo él, con no poco sarcasmo.

Él se ruborizó levemente y volvió a centrarse en sus libros.

ㅡEres nuevo, ¿no? ㅡcontinuó Namjoon, ladeando la cabeza para mirarlo.

ㅡAcabo de llegar de la Universidad de Saint Joseph.

Él asintió como si lo conociera.

ㅡ¿Has venido a hacer un curso de doctorado?

ㅡSí. ㅡSeñalando hacia las primeras filas, añadióㅡ: Ya sé que no lo parece, pero teóricamente estoy estudiando para especializarme en Dante.

El chico soltó un silbido de admiración.

ㅡEntonces, ¿estás aquí por Jungkook?

Él asintió y, al fijarse en su cuello, Namjoon se dio cuenta de que el pulso se le aceleraba. Como no encontraba una explicación para ello, se olvidó del tema, aunque más tarde volvería a acordarse.

ㅡTiene un carácter difícil, por lo que no tiene demasiados alumnos, pero es mi director de tesis. Y también el de Anne-Marie, ya la conoces.

ㅡ¿Anne-Marie?

ㅡLa coqueta de la primera fila. Es su otra alumna de doctorado, aunque su auténtico objetivo es convertirse en la futura señora Jeon. Acaba de llegar y ya le hace galletas, se deja caer por su despacho, le envía mensajes telefónicos. Es increíble.

YoonGi asintió, pero no dijo nada.

ㅡAnne no parece consciente de la estricta política de no confraternización de la Universidad de Toronto ㅡexplicó Namjoon, que fue recompensado con una sonrisa preciosa.

Se dijo que iba a tener que hacer sonreír a Min YoonGi más a menudo. Pero eso tendría que esperar, de momento.

ㅡSerá mejor que vayas. Quería verte después de clase y te estará esperando.

YoonGi guardó sus cosas a toda prisa en la vieja mochila que lo había acompañado desde su primer año en la universidad.

ㅡNo sé dónde está su despacho.

ㅡCuando salgas, gira a la izquierda y luego gira otra vez a la izquierda. El suyo es el último, al final del pasillo. Buena suerte y, si no nos vemos antes, hasta la próxima clase.

Él le dedicó una sonrisa agradecida y salió del aula. Al doblar la esquina, vio que El Profesor había dejado la puerta del despacho abierta. Se quedó delante, nervioso, dudando sobre si llamar primero o asomar la cabeza directamente. Tras unos segundos de duda, se decidió por la primera opción. Armándose de valor, respiró hondo, contuvo el aliento y levantó el puño. Justo entonces, oyó:

ㅡSiento no haberte devuelto la llamada. ¡Estaba en clase! ㅡexclamó la voz enfadada que ya empezaba a resultarle familiar. Se hizo un breve silencio antes de que volviera a hablarㅡ: ¡Porque era el primer seminario de este curso, idiota, y porque la última vez que hablé con ella me dijo que estaba bien!

YoonGi se apartó de la puerta. Al parecer, el señor Jeon estaba hablando por teléfono, gritándole a alguien. No quería ser su siguiente víctima, así que decidió huir y afrontar las consecuencias más tarde. Pero justo entonces lo oyó sollozar. Fue un sonido ronco, desgarrador, que le llegó al alma, impidiéndole marcharse.

THE DIVINE HELL [KookGi] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora