Jungkook recorrió el pasillo de un extremo a otro varias veces. Luego se apoyó en la pared y se frotó la cara con las manos. Estaba bien jodido. No sabía cómo había acabado allí ni qué lo había impulsado a actuar como lo había hecho, pero sabía que estaba metido en un lío de proporciones épicas. Su comportamiento con el estudiante Min en su despacho no había sido nada profesional. Había rozado casi el acoso verbal. Y luego, por si fuera poco, lo había subido a su coche y había entrado en su casa. Todo estaba resultando muy irregular.
Si en vez de a YoonGi hubiera recogido a la señorita Peterson, probablemente ésta se habría inclinado sobre él y le habría bajado la cremallera de la bragueta con los dientes mientras conducía. Se estremeció de sólo pensarlo.Y ahora estaba a punto de salir a cenar con su estudiante. ¡Lo había invitado a comer un filete! Si eso no violaba todas las normas de no confraternización entre profesores y alumnos, ya no sabía qué lo haría.
Respiró hondo. Min YoonGi era un desastre, una reencarnación de Calamity Jane, un torbellino de contratiempos. Parecía que todo le saliese mal, empezando por que no había podido ir a Harvard y siguiendo por toda la serie de objetos que se le rompían con sólo tocarlos… incluidos la calma y el carácter sereno de Jungkook.
Aunque sintiera que viviese en aquellas deplorables condiciones, él no iba a poner en peligro su carrera por ayudarlo. Si él quisiera, al día siguiente mismo podría denunciarlo por acoso ante el catedrático de su departamento. No podía permitirlo.Recorrió el pasillo en dos largas zancadas y levantó la mano para llamar a la puerta. Pensaba darle cualquier excusa, algo que siempre sería mejor que desaparecer sin decir nada, pero en ese momento oyó pasos dentro del apartamento que se acercaban.
YoonGi abrió la puerta y se quedó quieto, con la mirada clavada en el suelo. Llevaba un traje negro con cuello de pico, sencillo pero elegante. Los ojos de él recorrieron sus suaves curvas hasta detenese en sus piernas, sorprendentemente largas. Y los zapatos… Era imposible que él lo supiera, pero Jungkook tenía debilidad por los hombres con zapatos con tacón. Tragó saliva con dificultad al ver los impresionantes zapatos negros que llevaba. Era obvio que eran de diseño. Quería tocarlos y…
ㅡEjem. ㅡYoonGi carraspeó suavemente.
A regañadientes, él apartó la vista de sus zapatos y lo miró a la cara. Él lo estaba observando con expresión divertida.Se había recogido el pelo y algunos rizos sueltos le caían alrededor de la cara. Se había puesto un poco de maquillaje. Su piel de porcelana seguía pálida, pero luminosa, y dos pinceladas de color rosa le alegraban las mejillas. Tenía las pestañas más oscuras y largas de lo que recordaba.
Su estudiante Min YoonGi era atractivo.
Se puso una gabardina azul marino y cerró con llave la puerta del apartamento. Él le indicó con un gesto que pasara delante y lo siguió en silencio por el pasillo. Cuando llegaron a la calle, abrió el paraguas y se quedó dudando.
YoonGi lo miró, ladeando la cabeza.
ㅡSerá más fácil taparnos a los dos si se coge de mí ㅡle dijo, ofreciéndole el brazo de la mano con que sujetaba el paraguasㅡ. Si no le importa ㅡañadió.
Él tomó su brazo y lo miró con ternura.
Se dirigieron en silencio hacia el puerto, una zona de la que YoonGi había oído hablar, pero a la que aún no había tenido ocasión de ir. Antes de que El Profesor le entregara las llaves al aparcacoches, le pidió a él que le diera la corbata que guardaba en la guantera. YoonGi sonrió al ver una caja con una inmaculada corbata de seda.
Al inclinarse para dársela, él cerró los ojos un instante para aspirar su perfume.
ㅡVainilla ㅡmurmuró.
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THE DIVINE HELL [KookGi] +18
FanfictionEl enigmático y encantador profesor de maestría Jeon Jungkook, un célebre experto en Dante, del clásico título La Divina Comedia de Dante Alighieri, es un hombre atormentado por su pasado y orgulloso del prestigio que ha conseguido, aunque también e...