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YoonGi invitó a Namjoon a un café, que pagó disimuladamente con su tarjeta de regalo con el dibujo de una bombilla. Cuando finalmente cruzaron el umbral del Segovia, los recibió un español de aspecto agradable, que se presentó como el dueño del restaurante y que estuvo encantado de que Namjoon le respondiera en su idioma.

Las paredes del Segovia estaban pintadas de color amarillo, como el sol, y decoradas con dibujos de Picasso en los que se veía a Don Quijote y a Sancho Panza. En un rincón, un guitarrista tocaba temas del maestro Segovia. Una serie de mesas alargadas estaban colocadas formando un cuadrado en el centro de la sala para la cena de la facultad. Esa disposición aseguraba que todos los comensales quedaran de cara al resto. A YoonGi no le apetecía en absoluto quedar frente a la profesora Dolor. Si se le hubiera ocurrido alguna manera de marcharse sin insultar al profesor Martin, lo habría hecho.

Namjoon eligió dos sitios apartados del centro. Era muy consciente del sistema de clases y sabía que los puestos de honor no eran para ellos. Mientras comentaba el menú con el camarero en español, YoonGi seguía dándole vueltas a los celos injustificados de Jungkook. Discretamente, sacó el teléfono del maletín para enviarle un mensaje de texto. Entonces se dio cuenta de que tenía un mensaje de él.

No vengas a la cena. Búscate una excusa.
Espérame en casa, el conserje te abrirá la puerta.
Luego te lo explico. Por favor, haz lo que te pido. J.

YoonGi se quedó mirando la pantalla sin comprender nada, hasta que Namjoon le dio un codazo.

ㅡ¿Te apetece beber algo?

ㅡHum, si tienen, me encantaría un poco de sangría.

ㅡNuestra sangría es excelente ㅡdijo el camarero antes de retirarse para encargar las bebidas.

YoonGi dirigió a Namjoon una mirada de disculpa.

ㅡTengo un mensaje de Owen. Siento ser tan maleducado.

ㅡNo te preocupes. ㅡÉl se entretuvo leyendo el menú mientras YoonGi escribía una respuesta:

Tenía el teléfono apagado. Es demasiado tarde. Ya estoy aquí.
No tienes motivos para estar celoso. Cuando acabe la cena me iré a casa contigo.
Me tendrás en tu cama hasta mañana, Y.

Volvió a guardar el teléfono, rezando para que Jungkook no se enfadara demasiado.

« Oh, dioses de los ㅡrellenar con el término que mejor defina nuestra relaciónㅡ celosos y demasiado protectores, no permitan que monte una escena. No delante de sus colegas» .

Por desgracia para YoonGi y para quien le estaba enviando un mensaje en ese momento, el maletín ahogó el sonido.

En los siguientes veinte minutos, los invitados acabaron de llegar. La profesora Leaming y algún otro académico se sentaron al lado de Namjoon. En el extremo opuesto, Jungkook se había sentado entre el profesor Martin y la profesora Singer.

Al verlos, YoonGi empezó a beber su sangría con demasiado entusiasmo.

Esperaba que el alcohol lo ayudara a tolerar mejor la tensión que crepitaba en la sala. La bebida, con mucha fruta, estaba buenísima.

ㅡ¿Tienes frío? ㅡpreguntó Namjoon, señalando la pashmina que seguía llevando enroscada al cuello, con un estilo muy chic.

ㅡLa verdad es que no ㅡreconoció él, quitándosela y dejándola encima del maletín.

Namjoon apartó la vista con educación cuando la pálida y delicada piel de YoonGi quedó al descubierto. Su compañero era hermoso y su cuerpo, aunque menudo, poseía una anatomía masculina estética que lo hacían bonito y proporcionado.

THE DIVINE HELL [KookGi] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora