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Los cuerpos de los dos casi amantes estaban enredados en la gran cama, con las piernas desnudas entrelazadas bajo la colcha de seda de color azul hielo y las sábanas blancas de la casa Frette. YoonGi murmuraba en sueños, dando vueltas inquieto. Jungkook permanecía inmóvil, disfrutando de su compañía.

Podría haberlo perdido. Tumbado a su lado, era muy consciente de que esa noche habría podido acabar de un modo muy distinto. YoonGi habría podido no perdonarlo. Nada lo obligaba a aceptarlo. Pero lo había hecho. Tal vez podía empezar a tener esperanzas...

ㅡ¿Jungkook?

Creyendo que seguía dormido, Jungkook no respondió.

Eran las tres de la madrugada y el dormitorio estaba envuelto en sombras rotas tan sólo por las luces de la ciudad que se colaban a través de las cortinas.

YoonGi se volvió hacia él.

ㅡ¿Jungkook? ㅡsusurróㅡ. ¿Estás despierto?

ㅡSí. Todo va bien, cariño. Duérmete ㅡle dijo, besándolo suavemente y acariciándole el pelo.

Él se apoyó en un codo.

ㅡEstoy muy despierto.

ㅡYo también.

ㅡ¿Podemos... podemos hablar?

Jungkook se apoyó en un codo también.

ㅡPor supuesto. ¿Pasa algo?

ㅡ¿Eres más feliz ahora que hace un tiempo?

Jungkook se lo quedó mirando un instante antes de darle un golpecito en la nariz.

ㅡ¿A qué viene esa pregunta tan profunda en mitad de la noche?

ㅡHas dicho que el año pasado eras muy infeliz. Me preguntaba si serías más feliz ahora.

ㅡNo soy un gran experto en felicidad. ¿Y tú?

YoonGi retorció el dobladillo de la sábana.

ㅡIntento serlo. Trato de disfrutar de las cosas pequeñas. La tarta me ha hecho muy feliz.

ㅡDe haberlo sabido, la habría encargado antes.

ㅡ¿Por qué no eres feliz ahora?

ㅡCambié mi primogenitura por un plato de lentejas.

ㅡ¿Estás citando las Escrituras? ㅡpreguntó YoonGi, incrédulo.

Jungkook se puso a la defensiva.

ㅡNo soy un pagano, YoonGi. Me criaron en la fe episcopalista. Richard y Grace eran muy devotos, ¿no lo sabías?

YoonGi asintió. Lo había olvidado.

La expresión de Jungkook era muy seria.

ㅡAunque por mi modo de vida no lo parezca, sigo siendo creyente. Sé que eso me convierte en un hipócrita.

ㅡTodos los creyentes somos hipócritas, porque no estamos a la altura de nuestras creencias. Yo también creo, aunque no se me da demasiado bien. Sólo voy a misa cuando estoy triste, en Navidad o en Semana Santa. ㅡBuscó la mano de Jungkook y se la apretó con fuerzaㅡ. Si todavía crees, debes tener esperanza. Tienes que confiar en que la felicidad te llegará algún día.

Él le soltó la mano y, tumbándose de espaldas, se quedó mirando el techo.

ㅡHe perdido mi alma, YoonGi.

ㅡ¿Qué quieres decir?

ㅡEstás contemplando a una de esas almas que han cometido pecados demasiado graves como para ser perdonadas.

THE DIVINE HELL [KookGi] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora