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Jungkook cerró los ojos, pero sólo un instante. Una sonrisa, dulce y lenta, apareció en su rostro. Su mirada se volvió suave y muy cálida. 

ㅡMe has encontrado. 

YoonGi se mordió el interior de la mejilla para no echarse a llorar al oír su voz. Era la voz que recordaba. Llevaba mucho tiempo esperando volver a oírla. Llevaba muchos años esperando que él regresara a su vida. 

ㅡBelice. ㅡAgarrándolo de la muñeca, tiró de él. Se apartó un poco en la cama para hacerle sitio, rodeándolo con los brazos mientras YoonGi apoyaba la cabeza en su pechoㅡ. Pensaba que te habías olvidado de mí. 

ㅡNunca ㅡcontestó, sin poder contener las lágrimas por más tiempoㅡ. He pensado en ti cada día. 

ㅡNo llores. Me has encontrado. 

Jungkook cerró los ojos y volvió la cabeza. Su respiración empezaba a regulársele otra vez. YoonGi trató de quedarse quieto para no molestarlo con sus sollozos, pero el dolor y el alivio mezclados eran tan fuertes que no pudo evitar que la cama temblara un poco. Las lágrimas formaron dos riachuelos que descendían por sus mejillas y se unían sobre el pecho bronceado y tatuado de él. Su Jungkook lo había recordado. Su Jungkook había regresado. 

ㅡBelice. ㅡLe rodeó la cintura con un brazo y susurró en su pelo, todavía húmedo de la duchaㅡ. No llores. 

Y con los ojos cerrados, lo besó en la frente, una, dos, tres veces. 

ㅡTe he echado tanto de menos ㅡmurmuró YoonGi, con los labios pegados a su tatuaje. 

ㅡMe has encontrado ㅡmusitó Jungkookㅡ. Debí haberte esperado. Te quiero. 

Él se echó a llorar con desesperación, abrazándose a Jungkook como si se estuviera ahogando y fuera su tabla de salvación. Le besó el pecho con suavidad mientras le acariciaba el abdomen.

 Como respuesta, los dedos de Jungkook le acariciaron la piel erizada de los brazos antes de deslizarse bajo la camiseta. Tras recorrerle la espalda con delicadeza, se acomodaron en la parte baja de su espalda, donde permanecieron quietos cuando él regresó al país de los sueños con un suspiro. 

ㅡTe quiero, Jungkook. Te quiero tanto que me duele ㅡdijo YoonGi, apoyándole la mano sobre el corazón. 

Y luego le susurró las palabras de Dante, algo cambiadas: 

El amor se adueñó de mí durante tanto tiempo que su señorío acabó por resultarme familiar.Y aunque al principio me irritaba, aprendí a apreciarlo.Lo guardo en mi corazón, que es donde mejor se guardan los secretos.

Y así, cuando me destroza la vida como nadie sabe hacerlo.Y parece que no me quedan fuerzas para nada más. Mi yo más profundo se siente libre de angustia, liberado de todo mal. Porque el amor hace brotar de mí tanto poder que mis suspiros más que hablar, gritan. Lastimeramente suplicanque mi Jungkook me salude. Cada vez que me abraza, todo es más dulcede lo que las palabras pueden expresar.  

Cuando se le secaron las lágrimas, YoonGi le dio varios besos inseguros en los labios y cayó en un sopor profundo y sin sueños entre los brazos de su amado.


[ * * * ]

Cuando se despertó, eran ya las siete de la mañana. Jungkook seguía profundamente dormido. De hecho, estaba roncando. Aparentemente, ninguno de los dos se había movido en toda la noche. YoonGi nunca había dormido tan bien como esa noche. Bueno, sí, una vez. 

No quería moverse. No quería separarse de él ni un centímetro. Quería permanecer en sus brazos para siempre y fingir que nunca se habían separado.« Me reconoce. Me ama. Por fin» .

THE DIVINE HELL [KookGi] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora