Especial de navidad

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1 año antes.

—¿Estás molesto?

—No.

De hecho, lo estaba, Kim Taehyung estaba muy molesto, ¿por qué? porque su madre no estaba en casa. En navidad. En plena navidad. O bueno, Nochebuena, pero nadie hacía caso a esa pequeña diferencia. 24 es navidad, y 25 también. Punto.

—Dijo que estaría aquí este año.

Jungkook era un novio comprensivo... la mayoría de las veces.

—Es trabajo, bebé.

—Ya lo sé, pero siempre es trabajo y nunca es Taehyung.

—¿Por qué estás haciendo de esto una rabieta? Tu madre no ha estado para navidad desde que te conozco, y por lo que sé, ha pasado contadas navidades contigo, en su mayoría cuando aún eras pequeño. ¿Cuál es la verdadera molestia?

Y Jungkook no planeaba sonar enojado, ni siquiera agresivo, un poquito hosco... quizá, pero se podía justificar diciendo que tenía hambre y Taehyung se había negado a comer hasta que su madre llegara, pero luego su madre le había llamado para informarle que su turno se había extendido por la falta del personal en plena nochebuena, y ahora Taehyung se había negado a comer porque estaba molesto.

Su estómago gruñó.

—TaeTae... no soy el reemplazo de tus padres, pero hoy estamos aquí juntos, podemos intentar que sea bonito. Nos tenemos el uno al otro, y además, te compré algo.

Taehyung frunció el ceño.

—Estas intentando manipularme.

Jungkook se rió bajito y se acercó a tomarle la mano entre las suyas, deposito un tierno beso sobre la misma y lo miró a los ojos desde abajo.

—Puede ser... pero va a gustarte, lo prometo.

El ánimo de Taehyung mejoró un poco ante la insinuación del regalo, sólo un poco mucho. Decidió que dejaría sus sentimientos contra su madre para después.

—¿Es así? ¿Me vas a decir qué es?

—Es una sorpresa. —Le tocó ligeramente la nariz con su dedo índice. —Si prometes ser un niño bueno, dejaré que lo tomes antes de la medianoche.

Taehyung no esperaba el escalofrío que le recorrió la columna vertebral ante el doble sentido de las palabras de su novio. Se mordió el labio en anticipación, sin evitar que los ojos de Jungkook viajaran hasta ellos.

Cerró los ojos y tragó saliva en anticipación al beso que sentía llegarle, una vez que sintió el aliento de Jungkook en su cara, suspiro por puro reflejo. 《Dios, Jungkook 》.

Si a Kim Taehyung le dieran un dólar por cada emoción que sentía al ser besado por Jeon Jungkook, definitivamente sería multimillonario, a este punto, asquerosamente rico.

Sintió los labios de su novio rozando los propios, haciéndole cosquillas, eran suaves y esponjosos. Luego, poco a poco, la presión que ejerció esa maravillosa boca sobre la suya, le hizo ver estrellas bajo los párpados. 《Dios, Jungkook 》.

Las mariposas explotaron en su estómago cuando los labios de Jeon separaron los suyos, besándole correctamente, o más bien, profundizando el beso, porque él siempre sabía como besarlo correctamente, así fuera solo con un roce, conocía sus puntos débiles para hacer sus huesos de gelatina.

El beso que pretendía ser gentil, se estaba volviendo salvaje, como si no pudieran tener suficiente del otro, y en su ebriedad por dicho beso, y semejante hombre que se lo estaba dando, Taehyung se preguntaba si en algún momento se dejaría de sentir así por él, y la respuesta vino acompañada de un un ligero mordisco en su labio inferior.

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