𝟐𝟑|| 𝐅𝐮𝐞𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐑𝐮𝐭𝐢𝐧𝐚

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–Es hora de levantarnos solecito –Un agarre en la muñeca de alguien fue suficiente para impactar todo su cuerpo sobre la mesa.

–Todos estamos seguros –anuncie tallando mis ojos y limpiando la saliva que había derramado.

Panda se lamentaba en aquella superficie.

–Recuérdenme nunca levantarla –hablo Megumi mientras yo me escabullía de la mesa perteneciente de segundo y me sentaba junto a ellos. Todos me miraban extrañados por mi acción. No fue a propósito, me he esmerado en desarrollar tanto mis reflejos que es inevitable no utilizarlos precipitadamente.

–¿Cuánto tiempo dormí? – jale las bolsas oscuras bajo mis ojos para abrirlos un poco más y no permitir que volviera a caer en los brazos de Morfeo.

–Fui el primero en llegar y ya estabas aquí –Itadori comentó, comiendo lo que parecía un plato muy elaborado de fruta.

Practicar sin cesar durante más de una semana no me daba tiempo para ningún respiro. Ademas, Las cosas se habían complicado bastante desde el nuevo reto de la Zenin por romper aquel pilar.

Una mano se agito ante mis ojos–Toma el día libre–. Le hice un mohín moribundo a Fushiguro pues eso no lo decide él, si no yo.–No me hagas esa cara, ¿te has visto últimamente?– inspeccionaba mi rostro con desaprobación. Abochornada mire a otra dirección para encontrar una expresión igual en Yuji.

–¡Ey estoy bien ! En serio estoy bien, todo lo tengo bajo control y me encantaría quedarme con ustedes pero tengo algo muy, pero muy importante que hacer –. En realidad solo quería evadir el regaño grupal. Me levantaría si no fuera por la castaña que esta por mi detrás reteniéndome aun en mi asiento.

– Escucha T/n. En nombre de esta institución quiero informar que tu estado me apena –Una preocupación falsa adornaba su rostro.

–¿Los halagos no son lo tuyo verdad? –le quite el desayuno a Itadori para ignorarla al menos un poco.

–Un día me prometiste que cumplirías un papel para mí. No importaba el día, ni la hora, ni el clima, tú lo harías– la gran cantidad de sandia que estaba por ingerirse en mí estomago casi se sale de mi boca al entender a donde se dirigía el tema.

Todo menos eso...

Iremos de compras –finalizo para dar pequeñas palmadas de emoción mientras yo disimulaba mi infelicidad.

–Me encantaría pero...

–No, no más excusas. Lo único qué haces es practicar y practicar. Estamos en la preparatoria, actúa como una estudiante por una vez en tu vida.

Recuerda que Nanami quiere ver esos números moverse. No es lo peor del mundo.

–No no lo es... –sisee–Hagámoslo. Sera divertido.

Sera divertido.

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[Eso te sucede por comerte mı almuerzo. Suerte con el demonıo de Kugısαkı.]

Maldije por la notificación del mensaje de texto. Después de aquella suposición ambos chicos se burlaron de mi destino pues seria la moza de esta chica durante toda la tarde. Trabajo que les correspondía a ellos las semanas pasadas.

–DEJA DE MIRAR ESE TELEFONO, LO IMPORTANTE ESTA POR DELANTE–entrelazo mi brazo con el suyo para adentrarnos al centro comercial. Sin embargo, nadie me advirtió qué necesitaría mucha paciencia en el trayecto pues Nobara si que llevaba las compras a otro nivel.

𝐓𝐎𝐃𝐎 𝐃𝐄 𝐓𝐈【𝐘𝐮𝐣𝐢 𝐈𝐭𝐚𝐝𝐨𝐫𝐢】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora