El canto redundante de las chicharras anunciando el desespero de días lluviosos disimulan mi paso tardado hacia la nueva pista de entrenamiento.
–¿A qué se debe tú paso-tortuga? –Al escuchar esa burla característica me di cuenta que después de un día completo mi malévola amiga había hecho una parada para al fin visitarme–¿Malévola? ¿Acaso crees que estas en tiempos medievales?
Quisiera responder algo propio a sus burlas pero estar alerta en todo el camino enfoca toda mi atención.
–En serio, ¿Por qué estas toda paranoica? Es malo para tu edad.
–Claro que no.
¿O si?
La discreción no fue mi fuerte en toda la noche. No dejaba de pensar en lo genial que la había cagado y miles de inseguridades iban y venían en mi mediocre intento de tomar una siesta.
Mis pensamientos creaban miles de situaciones y todas en común con la interrupción en mi dormitorio con la detención de T/n Kon por intento de asesinato contra uno de los mayores clanes de la hechicería.
Tampoco podría con la vergüenza de ser atrapada sin siquiera llevar nada a cabo.
Por suerte nada sucedió... y eso hace que me inquiete el asunto el doble.
–No seas grosera, respóndeme.
–Encontré alguien para que me enseñe a usar esto –golpe ambas de mis caderas dos veces haciendo sonar el metal de mis armas en esos compartimientos que tenia y a la vez, agradeciendo que aquella mujer no fue espectadora de aquel combate en el vestidor de mujeres.
–Me alegra...¿ Quién es? –guarde silencio preparándome para un nuevo sermón el cual es inevitable. Lo sabrá no importa qué.
–...Maki Zenin. –solté de golpe cerrando mis ojos para su próximo grito.
–QUEEEEE!!!
Tome mi cabeza con fuerza corriendo hacia un charco cercano y mandando tanto su presencia como su voz chillona fuera de mí mente–¿ENLOQUECISTE? –sus cabellos revoloteaban en aquella aura de enojo.
–Fue un accidente.
Un gran accidente.
–Me voy unas horas, UNAS HORAS ¿Y HACES UNA ALIANZA CON ELLA?
–Maki también quiere eliminarlos, ambas seremos parte de la masacre –Izanami dejo de dar vueltas en aquella área pantanosa para volverse lentamente hacia mí y con una seña de su índice acercarme a ella.
Al hincarme noté su respiración desenfrenada detrás de su máscara.
Entonces mi cara fue empapada de agua sucia.
–¿TAMBIEN SABE TUS INTENCIONES?
Tosí pues había caído la mayor parte en mi boca–SI...las sabe. Y prometio no decir nada.
–Escucha niña, repasemos. Hace unos días hiciste un acuerdo con el director de la facultad de Kioto ¿Qué fue lo que hizo? Levanto sospechas en tu contra. No olvidemos que tu mal carácter no nos ayuda en nada. En el momento que molestes a esa Zenin, largo de aquí.
–Confio en ella.
–¿Por que?
–Simplemente lo hago. Ella no me matara –mi cabello se movió en faz luego de que una lanza se insertó en la madera de un gran roble.
–Primera regla, nunca bajes la guardia. Quién sabe qué cosa pueda estar acechándote entre las sombras –Maki estaba postrada detrás de mí con esa sudadera morada que acostumbraba utilizar. En cambio yo contaba con mi uniforme el cual no llevaba ni 20 minutos puesto y estaba manchado de lodo.
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𝐓𝐎𝐃𝐎 𝐃𝐄 𝐓𝐈【𝐘𝐮𝐣𝐢 𝐈𝐭𝐚𝐝𝐨𝐫𝐢】
Hayran Kurgu-𝙉𝙤 𝙥𝙪𝙚𝙙𝙤 𝙥𝙚𝙧𝙙𝙚𝙧𝙩𝙚, 𝙣𝙤 𝙖 𝙩𝙞-𝙨𝙤𝙡𝙩𝙚́ 𝙚𝙣 𝙪𝙣 𝙨𝙪𝙨𝙪𝙧𝙧𝙤 𝙘𝙖𝙗𝙞𝙯𝙗𝙖𝙟𝙖. 𝘿𝙚 𝙧𝙚𝙥𝙚𝙣𝙩𝙚 𝙪𝙣𝙖 𝙢𝙖𝙣𝙤 𝙨𝙚 𝙥𝙤𝙨𝙞𝙘𝙞𝙤𝙣𝙤́ 𝙚𝙣 𝙢𝙞 𝙧𝙤𝙨𝙩𝙧𝙤 𝙝𝙖𝙘𝙞𝙚𝙣𝙙𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙙𝙞𝙧𝙞𝙜𝙞𝙚𝙧𝙖 𝙢𝙞 𝙢𝙞𝙧𝙖𝙙𝙖...