𝟐𝟖|| 𝐒𝐮𝐞𝐫𝐭𝐞 𝐝𝐫𝐞𝐧𝐚𝐝𝐚

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Las gafas oscuras no alcanzaban a ocultar de forma suficiente a la persona que se mostraba al frente del reflejo. Ni siquiera mi recuperación como recipiente alivio todos los daños colaterales por drenar mi energía maldita en el enfrentamiento. Debí de darle la importancia aquellas restricciones de energía.

Si hubiera seguido los consejos, mi piel no hubiera adquirido este tono pálido y las náuseas junto con jaquecas no me visitarían tanto...el precio de los lentes duplicaban los efectos.

–Lucen bien en ti si quitaras esa cara de culo– rodee los ojos tirándome en el sillón de terciopelo rosa pues Nobara checaba por quinta vez el mismo aparador como si nueva ropa fuera aparecer en el por su insistencia.

– Ni siquiera las quería...¿Qué llevarás?

–No mucho. Solo eso– Apunto la silla a mi izquierda donde una gran pila llegaba a mí altura. Hago cuentas en mi cabeza cuestionándome si la escuela nos da el salario por igual– ¿qué hay de ti? ¿Nada interesante?

– No lo creo –Me aplaste más en respaldo esponjoso tallando mis ojos ante la luz de aquel candelabro glamuroso.

Sentía la esencia de mi amiga aumentando el numero de prendas y el numero en su próximo recibo–¿Quieres hablar de que te esta pasando?

– Perdí fuerza en la batalla– esta jalo mi brazo para alzarme de mi lugar y dirigirnos a la caja mientras un trabajador llevaba todo por detrás.

– No hablo de esas decisiones tontas, hablo de las otras.

– No estoy entendiendo.

– Nos has estado evadiendo y no te excuses con tus entrenamientos. Lo repites tan monótonamente que parece que lo tengo tatuado en la frente.

Suspire tomando las bolsas que me tendía el de la caja–Sabes la razón. Itadori, no quiero confrontarlo de nuevo.

–¿De nuevo?

–Traté de mejorar nuestra relación pero...él solo insinuó que era patética en todos los sentidos.

–¿Él dijo algo como eso?

–....No. Pero la intención allí estaba.

Con una de sus numerosas bolsas golpeo mi cabeza mientras salíamos del local hacia un lugar de té de burbujas. Sobrevaloradas por mí, amadas por la castaña–¿Eres tonta? ¿Por qué creas tantas paranoias para justificar el no hablar con él?

–...suena mejor que le parezco una persona tonta en vez de una detestable. El salvaría a una, a la otra no y ambas sabemos cual es cual.

–Él es el doble de tonto y si tu consideras que eres ambas no pareció importarle mucho, jamas había visto alguien pelear en tiempo récord para regresar con sus compañeros, en especifico por ti ...¿Al menos lo has visto después de los sucesos del puente?

–...¿No?– Unas agobiantes 48 horas sin contacto sentada al frente de mi retrete no eran las condiciones oportunas para pensar en otra persona, claramente.

Nobara le daba vueltas a su pajilla revolviendo aquellas perlas de tapioca– Itadori esta muy ...desanimado. Esta no te la esperas; amargado.

–¿Amargado?¿Itadori?

–Fushiguro trato de meter cartas en el asunto. Lo invito a una de esas películas fetichosas raras que nos arrastra a ver pero respondió que tenia cosas que hacer. No solo eso, deja su habitación por las noches, ¿Tienes alguna idea de qué le ocurre?

–Yo...– agache mi cabeza sintiendo mis manos heladas por la bebida en mis manos. No creo que sea algo relacionado a mí pero pensar que algo le inquieta me preocupa.

𝐓𝐎𝐃𝐎 𝐃𝐄 𝐓𝐈【𝐘𝐮𝐣𝐢 𝐈𝐭𝐚𝐝𝐨𝐫𝐢】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora