9: Primis tempus

98 14 2
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


















Al despertar se percató que ya eran las 2 de la tarde, así que se cambió y
salió a ver a su madre, pero cuando intentó abrir la puerta esta estaba cerrada con seguro.

- ¡Déjala dormir y vete!- grito su padrastro evidentemente borracho desde el sillón.

- ¿Está bien?, ¿ya comió?.

- No te importa, seguramente por tu culpa tu mamá no ha podido darme ni un solo hijo.

- Yo nunca te he obligado a golpearla o dejarla sin comer por días como castigo, ¡todo esto fue tu culpa!.

- ¡Deja de culparme!, tu nacimiento fue lo que condenó a tu madre y por eso ya no funciona. No eres más que un pecador que contaminó a su propia madre. ¡Das asco!.

- Sabes, ya no puedo más, tomaré mis cosas y me iré hoy de aquí, si nos volvemos a ver en la misa mañana olvida que soy hijo de tu esposa - Mingi volvió a su cuarto y cerró con seguro.

- ¡Si te largas de aquí te largas con lo que traes puesto, ni te atrevas a tomar lo que se compró con mi dinero!- gritaba mientas golpeaba fuertemente la puerta.

Mingi solo ignoró lo que estaba pasando y con lágrimas en los ojos comenzó a guardar la ropa que había logrado comprar durante estos meses con el dinero de las perlas, tomo la caja debajo de su cama, sus cuadernos y lápices de dibujo y salió por su ventana hacia el patio, acomodo rápidamente la caja en la canastilla de su bicicleta y comenzó a pedalear hacia el faro.

Al llegar subió hasta la que era su habitación, dejo todo lo que traía en el suelo y se acostó en su colchoneta dejando fluir las lágrimas en su ojos al momento. "¿Encerio era tan mal hijo?, ¿y si, en realidad sí fui yo quien causo que su madre no pudiera tener hijos?". De nuevo su mente no le dejaba estar tranquilo, pero la idea de que pronto podría salir de este lugar que solo había traído desgracia a su madre y a él le tranquilizaba un poco.

Mientras trataba de estabilizar su respiración y relajarse escucho a alguien subiendo por las escaleras, en ese momento se aterró por completo y se levantó rápidamente. Se dirigió a las escaleras y fue bajandolas poco a poco con un palo de escoba en la mano. En definitiva tenía que conseguir algo más efectivo para defenderse pronto si quería sobrevivir fuera, pensó.

Estaba a punto de atacar a la persona dueña de la sombra que se iba acercando hacia el poco a poco hasta que distinguió a el lindo chico con cara de cachorro que tanto amaba a unos escalones de el -¡Ay, Yunho, no hagas eso!, de menos grita para saber que eres tú quien entró.

- Lo siento - dijo con una expresión de pena y los brazos arriba - creo que ya puedes bajar el arma.

- Oh lo siento - Mingi bajo el palo ya que sin darse cuenta aún mantenía una pose como si fuera a atacar.

Impius Somnum [Sueño profanó] // yungiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora