Impius Somnum [Sueño profanó] // yungi

11: Caelum in inferno

- Pero queda a una hora y la verdad
estoy muy cansado como para manejar hasta allá.

- Entonces te llevaré yo- Mingi jalo un poco el cuerpo de Yunho de forma que pudiera tomarlo de las piernas y espalda para poder cargarlo.

- ¿Qué haces?.

- Evitandote más cansancio - Mingi se paro con Yunho en brazos - no quiero nadar solo.

- ¡Mingi bájame, yo puedo caminar solo!.

Yunho fue ignorado por completo hasta que llegaron a las bicicletas, Mingi lo bajo y el tomo rápidamente su bici - me toca llevarte a tí.

- ¿No que no ibas a conducir porque estabas muy cansado?.

- No me dejas caminar yo no te dejo conducir, ahora súbete o me iré solo.

- Está bien - Mingi se subió en la parte de atrás de la bicicleta y ambos se dirigieron a la mencionada cascada.

Al llegar dejaron la bicicleta en un árbol y Mingi apresurado tomo la mano de Yunho para acercarse a el agua, al estar en la orilla ambos se quitaron los zapatos,el saco y Yunho se adelantó quitándose la camisa para acercarse a su novio y antes de que pudiera desabotonarla el comenzó a quitarla poco a poco mirándolo a los ojos.

Mingi solo pudo observarlo mientras trataba de que su corazón no estallara, necesitaba devorar los labios de su chico para no perder la cordura ante tal acto, que solo hacia que su mente y cuerpo le desearán más y más.

Después de dejarle el torso desnudo Yunho le dió un pico,se quitó los pantalones y se fue adentrando a la cascada.

Mingi se paralizó por un minuto mientras lo observaba para después hacer lo mismo. Comenzaron a nadar y divertirse en el agua, se sentían como cuando aún eran pequeños niños que regresaban tarde a sus casas por quedarse en el bosque divirtiéndose en el río.

Mientras nadaban ambos acercaron sus rostros y se unieron en un dulce beso bajo el agua. Aquella magia de los cuentos de hadas era real en esos momentos, tanto que confiaban en quedarse ahí sin necesidad alguna de volver a la superficie, ya que la sola unión de sus labios los mantendría con vida eternamente.

Al salir del agua se sentaron a la orilla para secarse un poco antes de emprender su camino. Yunho se veía algo pensativo mientras observaba a Mingi. En su mente no dejaban de pasar mil y un pensamientos, ya no le interesaba que todos sus actos sean vistos como pecaminosos, el estaba hambriento, hambriento de la piel de aquel chico y verlo en estos momentos sin camisa ni pantalones y con el agua remarcando aún más lo dotado que estaba no le ayudaba.

Definitivamente no entendía lo que por su mente pasaba, pero estaba tan desesperado de que el sol se ocultara y la luz de la luna alumbrará su última noche a lado de Mingi, aunque a la vez estaba preocupado de que su plan fallará ya que si alguien lo descubre todo estaría perdido.