Impius Somnum [Sueño profanó] // yungi

15: Verum

- Lo siento.

- Solo...sigue por favor.

Mingi retomó el beso mientras Yunho desabrochaba su camisa dejando su pecho expuesto y dirigió sus dedos a los botones de su pantalón, bajando aquella prenda poco a poco para no causarle dolor mientras iba dejando besos hasta sus tobillos.

Al levantarse de nuevo se posicionó entre sus piernas las cuales noto huesudas a comparación de antes al igual que su pelvis la cual ahora sobresalia.

- Disculpa, perdí algo de carne.

- Creo que...- Mingi tomo la mano de Yunho y la dirigió hasta sus ahora sobresalientes costillas - estamos igual - lo tomó de la cintura sin quitar la mirada de su rostro - pero para mis ojos sigues siendo el ser más hermoso que he visto - dijo acercando aún más sus cuerpos cosa que le dejo sentir la rigidez en Yunho.

Ambos volvieron a besarse y sin interrumpir aquello bajo sus pantalones para sobre la tela acercar aún más sus miembros, que morían por ser atendidos.

Yunho recorría con las yemas de los dedos la espalda de aquel chico que tanto había deseado durante estos meses y al acercarse a su cuello recordó aquel característico aroma de "chico guapo", que lo hizo estremecerse.

Mingi fue delicadamente bajando la ropa interior de Yunho haciendo que al momento su miembro saliera disparado de entre sus piernas.

Volvió a unir sus labios mientras el de ojos grises tomaba con su mano derecha crema batida del pastel de durazno, con su mano izquierda lo alejo un poco para que esté lo observará fijamente y colocó la crema sobre sus labios, los cuales Mingi ataco desesperadamente y después tomo su mano para dirigir aquellos largos y delgados dedos a su boca lamiendo cada rastro de crema que ahí se encontraba.

Se alejó un poco y al bajar su boxer su miembro se encontró con el de su novio, Yunho entonces colocó sobre sus hombros ambas manos y fue penetrado delicadamente, haciendo que su mirada se dirigiera a el techo mientras sus dedos dejaban marcas en la piel de Mingi al apretarla y sus labios trataban de contener el alto gemido que su garganta emanaba debido a el ardor y presión que sentía.

Mingi dejaba besos amorosos desde sus mejillas hasta su cuello para tratar de aligerar el dolor de su novio, el cual con bastante ardor aún lo abrazo del cuello y comenzó a mover sus caderas de adelante hacia atrás de manera casi frenética, tal estimulación hizo que ambos dieran ahogados gemidos y que el también comenzará a dar fuertes estocadas, sus cuerpos empezaban a sudar y sus mejillas estaban completamente rojizas.

Se veían desesperados y sumamente hambrientos del otro, sus ritmos eran tan frenéticos que quizás aquel tocador no resistiría el apasionado encuentro y aunque sus gemidos eran casi imperceptibles era más que suficiente escuchar el sonido que el contacto de sus pieles generaba para darse cuenta de la gran pasión contenida entre ambos.