"Spontaneous."

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Advertencia: Insultos.

Autor: Kastumiis.

¡!


Tratabas de descifrar en como terminaste teniendo una conversación con el señor Munson, tío de aquel chico que te molestaba en la preparatoria. Se encontraban en el supermercado, en el pasillo de leche y productos que llevan esto, teniendo una grata conversación. Admites que el señor Munson es un hombre amable, agradable y divertido, mejor de lo que te esperaba.

- Acá esta lo que me pediste. - La voz del chico interrumpió su amena conversación.

- Oh, mira. Te presento a mi sobrino, Edward Munson. - Dijo el abrazando por los hombros a el chico, quien primero lo miro confundido antes de voltear a verte y sonreír.

- Vaya, no sabia que socializadas. - Rió el con una sonrisa de lado.

- También me alegra verte Munson. - Sonríes levemente antes de apartar un poco tu cabello de tu cara. - Me tengo que ir, fue un gusto conocerlo señor Munson. - Dices ampliando tu sonrisa antes de agarrar tu carrito y salir del pasillo.

- Debes ser más respetuoso con ella, es una chica muy linda y amable Edward. - Lo regaño el hombre dándole un leve golpe en el pecho.

- Tratare. - Rió el con una sonrisa burlona en su rostro.

Al día siguiente era lunes así que sabia que te vería así que lo primero que hizo al llegar fue ir a buscarte, solo para burlarse un poco de ti.

- Hola señorita. - Te saludo recostándose un poco en el casillero a un lado tuyo.

- ¿Tanto me quieres ver que me vienes a buscar a buena mañana? - Preguntas burlesca levantando una ceja.

- Como crees. - Soltó una carcajada. - Verte es como estar viviendo una pesadilla. - Dijo agarrando un mechón de tu cabello.

- ¿Entonces para que me buscas? - Le preguntas cerrando tu casillero, el se quedo sin palabras. Realmente no sabia por que te fue a buscar simplemente lo hizo.

- Yo... - Murmuro viendo tus labios por unos segundos antes de verte a los ojos. Esos ojos color ______ que brillaban en la oscuridad y que hacen que sienta cosas en su cuerpo.

- Nos vemos. - Dices agarrando tu mechón de pelo para que lo suelte antes de irte. Refunfuña apretando su puño al ver que ya no estabas frente a el, se gira levemente para observar como te pierdes entre algunos estudiantes.

La hora del almuerzo llego y el te buscaba con la mirada, tratando de encontrarte, cosa que logro. Estabas comiendo con los de la banda ese día ya que tu prima te invito a comer con ellos. Tu cabello ______ brillaba debajo de la luz del sol que entraba por una de las ventanas del lugar. Viéndote reír se pregunto si el podría causar esa risa algún día y no solo insultos.

"Vete a la mierda, Munson.", "eres un idiota.", "jode a alguien más.", "¿Cual es tu jodido problema imbécil?" Eran algunos de los comentarios que le hacías al chico cada que te molestaba. El sabia que estaba mal pero no sabia que otra hacer para llamar tu atención, o eso pensaba hasta que un pensamiento paso por su mente. "¿Y si intentas hacerte su amigo?" No era mala idea pero no sabría como ibas a reaccionar y tampoco sabría como acercarse a ti. Le parecía muy extraño, hasta para el, que de la nada el se acerque a ti y te pida ser tu amiga.



Las clases ya habrían terminado para ese punto. Estaba en la carretera escuchando su banda favorita en la radio y esta vez decidió conducir más calmadamente, tratando de pensar como se acercaría a ti.

- Maldita chatarra. - Refunfuñas saliendo del auto de tu padre para caminar hacia la parte de al frente para revisar el motor. De mucha casualidad el chico pasaba por ahí te vio y riendo decidió pararse para ayudarte un poco.

- ¿Necesitas ayuda? - Pregunto el con una voz más dulce de lo normal.

- Si, se apago mientras conducía. - Le respondes poniendo una mano en tu cintura y doblando levemente una pierna antes de girar te para ver de quien se trataba.

- ¿Ah si? - Se burlo con una sonrisa en su rostro caminando hacia ti.

- Si. ¿Podrías ayudarme? - Preguntas conteniendo tu ira en tus palmas.

- Dejame ver. - Dijo el caminando hacia el motor, mirando unos minutos hasta que se giro hacia ti.

- ¿Me vas a ayudar? - Le preguntas cruzada de brazos.

- Ya que me ruegas. - Se rió el caminando hacia su auto, tu simplemente suspiras tirando tu cabeza hacia atrás antes de volver a verlo.

- ¿Que le pasa al carro? - Preguntas siguiéndolo.

- Solo le hace falta un poco de agua y gasolina, nada de que preocuparse. - Dijo el sacando un galon de cada cosa que dijo de detrás de su furgoneta.

- ¿Siempre llevas eso? - Preguntas volviendo a seguirlo.

- Si, por si las dudas. - Dijo a lo cual respiras hondo.

- Bien, tira esto aquí. - Te ordeno el dándote uno de los galones, suspiros y haces lo que dice antes de ver como el va hacia el auto y abre la puerta. Detienes tu acción viéndolo antes de escuchar como el auto prende, sonríes para ti misma antes de tapar el hoyo donde metías el liquido y cerrar.

- Gracias Munson. - Le agradeces extendiéndole el galón.

- Que educada. - Se burlo de el.

- Como sea, enserio gracias. ¿Como podría compensartelo? - Preguntas jugueteando con tus manos algo nerviosa.

- Con una cita. - Dijo el sonriente.

- ¿Una cita? - Repites, asiente. - ¿No prefieres dinero o algo físico? - Preguntas.

- Ya que lo dices... 250 y 3 películas de Family Video. - Dijo el cruzándose de brazos.

- ¿¡Por que tanto!? - Preguntas sorprendida y confundida.

- En esta situación soy yo el que pierde, pierdo gasolina y agua así que de alguna manera me tienes que regresarmelo. - Sonrió el, burlesco y orgulloso.

- ¿Sabes que? Vete a la mierda, no te pagare nada. - Dices antes de volver a abrir la puerta del auto y entrar.

- ¿Con que prenderás el auto? - Pregunto el levantando una ceja y agachandose para estar a la altura de la ventana.

- Con las llaves del auto...- Respondes estirando levemente tu brazo para prenderlo, sintiendo como no hay nada donde deberían estar las llaves.

- ¿Hablas de estas llaves? - Te pregunto haciendo que de sus manos cuelguen las llaves del auto.

- Damelas. - Tratas de quitárselas pero el lo evita.

- Tienes que decidirte bonita, la cita o los 250 y las 3 películas. - Dijo el agarrando tu brazo con suavidad para no lastimarte.

- Eres un hijo de perra. - Murmuras viéndolo con odio.

- Un hijo de perra que quiere que le regreses, de alguna forma, lo que perdió. - Dijo el riendo mientras balancea de lado a lado las llaves frente a ti.

- ¿Cuanto tiempo me darías para la segunda opción? - Preguntas pasando tus manos por el volante.

- Unas... Dos horas, quiero que sean las mejores, nada de romance, solo acción o terror y no las quiero de renta. - Dijo el antes de admirar tu cara de asombro.

- ¿Cuando seria la cita? - Preguntas pasando un mechón de tu cabello atrás de tu oreja.

- Pasaría por tu a las ocho, más o menos. - Sonrió el pasado su mano por el marco de la ventana.

- Nos vemos a las ocho entonces. - Le dices antes de verlo. - Pero, si me vas a llevar a cualquier restaurante dímelo desde ahora, para usar algo adecuado del lugar. - Le dices levantando una ceja.

- Tranquila, tampoco soy tan imbécil para llevar a una hermosura a cualquier lugar. - Te dijo antes de pasar su mano tu mejilla. - Nos vemos a las ocho bonita. - Te extendió las llaves antes de guiñarte un ojo y ir hacia su furgoneta feliz.

"Esto es una muy mala idea." Te dices a ti misma para luego ver como el chico se va en su furgoneta bastante rápido y con la musica al tope. "Todo sea para no gastar mis pocos ahorros en ese idiota." Te dices antes de suspirar y a encender el auto, en camino hacia tu hogar.

My girl [One-Shots Eddie Munson y Joseph Quinn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora