My girl [One-Shots Eddie Munson y Joseph Quinn]

"you're quite a case." +18

Advertencia: Besos en el cuello, desnudos, sexo semi-publico, embestidas fuertes, amenazas.

Autora: Katsumiis

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Pasaste con suavidad el trapo húmedo que tenias en mano por las heridas de tu novio, quien te miraba con una sonrisa.

- Te lo dije, "No estes molestando a Jason o vas a acabar mal" -Le recuerdas a lo cual el rie con suavidad.

- Sabes que siempre me gusto llevarte la contraria. - Te dijo, con una sonrisa antes de besar con suavidad tu mejilla.

- Y sabes que no me gusta que lo hagas. - Le dices, dándole un golpe suave en el hombre, a lo cual el ríe.

- Ya amor, no estes tan enojada. - Te dijo, tomandote de la cintura y haciendo que te sientes en su regazo.

- No estoy enojada y bájame, estamos en la enfermería, ¿recuerdas? - Le dices, agarrando un algodón y el alcohol para empezar a desinfectar mientras que el besaba tu cuello.

- No quiero, me siento mejor cuando estamos así. - Te susurro, mordiendo tu cuello con cuidado y bajar por tu cuello, hasta tu pecho.

- Eddie, a mi tambien me gusta pero estamos en publico, si estuvieramos en mi casa o en la tuya, ahí si. - Le dices en un susurro gentil mientras tomas su rostro y lo levantas para empezar a desinfectar sus heridas.

- Arde. - Se quejo mientras cerraba los ojos con fuerza.

- ¿Entonces por que peleas con Jason? - Le preguntas, piñizcando su mejilla, a lo cual el se quejo y se rió.

- Bien, bien. No lo volveré hacer. - Te dijo antes de que te pusieras de pie, caminando en busca de algunas venditas y gasas, al regresar con el, tu novio te acerca y te pega a su pelvis.

- Ni lo pienses Edward Munson. - Le dices separándolo un poco de ti pero el se niega a alejarte, te pega más a el, besando tu mandíbula y sus manos empezaran a explorar tu espalda, gimes suavemente por los besos, dejando las cosas que tenias en las manos a un lado, empezando a besarlo con pasión. Luego de unos minutos de estarse besando, tu novio sube tu camisa hasta que quede arriba de tus pechos y bajo tu sostén, empezando a besar con suavidad tus senos.

- Eddie, no, ya basta. - Le dices entre jadeos pero el no se detiene, te sostiene de la cintura con fuerza, para que no escapes, cosa que no hiciste, tomaste su cabello, haciendo una coleta con tus manos para que no le estorbara antes de mover tus caderas, creando fricción entre ambos.

Te subio un poco, desabrochando su pantalón mientras te distraía con besos apasionados en los labios y al sentir como su punta te roza te separas de golpe.

- Edward, que indecente. - Le susurras antes de reír suavemente, volviendo a besarlo.

- Que suerte que hoy traes falda. - Dijo, con una sonrisa picara en su rostro, corriendo un poco tus bragas y pasando entre tus pliegues la punta.

- Si lo vas a meter, hazlo rápido. -Gimes suavemente mientras tomaba de sus hombros. El sonríe ampliamente antes de penetrarte con fuerza haciendo que sueltes un leve grito. - ¡Edward! - Exclamas silenciosamente mientras que el reía.

- Tranquila preciosa, ese no sera el único grito que salga de tus lindos labios. - Dijo, burlesco antes de empezar a hacerte rebotar, con lentitud.

- Eddie. - Gimes, ayudándolo a hacerte rebotar. Ambos gruñen en silencio mientras rebotas.

- Joder, que bien te sientes. - Te halago el, abrazandote antes de empezar a embestirte con algo de rapidez, haciendo que gimas con algo de fuerza en su oído.

- Mierda, nos van a oír. - Le dices entre gemidos silenciosos pero el simplemente te ignora, siguiendo con sus movimientos rápidos. Te retuerces mientras sientes como poco a poco llega más profundo.

- Eres tan adictiva. - Gruño, antes de acostarte en la camilla, colocándose entre tus piernas.

- Espera, Eddie, así nos van a oír. - Le dice con nerviosismo pero el simplemente sonríe, volviendo a penetrarte, esta vez con bastante de velocidad. Te arqueas, tomando las finas sabanas de la camilla en tus puños, viéndolo detenidamente mientras te embiste. - ¿Ya vas a correrte, eh? - Pregunto, burlesco, sintiendo como te apretas al rededor de su longitud.

- Eddie. - Vuelves a gemir, tomando sus brazos, arañando dichos brazos con algo de fuerza, sin parar de gruñir.

- Vamos, córrete para mi, amor. - Te susurro con una sonrisa, empezando a masajear tu pequeño manojo de nervios. Lo miras por unos segundos antes de sentir como te liberas con fuerza, arqueándote antes de sentir y ver como tu novio saca su longitud y se corre en tu abdomen.

- Joder. - Gimes, tapando tu rostro y respirando agitadamente.

- ¿Ves? Nadie nos oyó. - Dijo con una sonrisa victoriosa, tomandote de la cintura y acercándote a el.

- Espero recompensa. - Le susurras a lo cual el se ríe.

- ¿Quieres más de lo que te acabo de dar? - Pregunto con una risa divertida, a lo cual tu le das un golpe en el hombro.

- Un helado o no me vuelves a tocar por un mes. - Le dices, ahora tu sonriendo divertida.

- Dos. - Dijo el a lo cual asientes.

- Bien, dos y te dejo tocarme. - Le dices, robandole un beso antes de ponerte de pie, para limpiarte.

- ¿No nos podemos quedar abrazados otro rato? - Pregunto el.

- Tenemos que irnos o nos van a encerrar en este lugar. - Dijiste, a lo cual el bufa, molesto.