"The wedding night of the princes." +18

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Advertencia: Besos humedos, masturbacion (femenina & masculino), oral (Femenino & masculino) smut, mordidas, insultos, saltos, gritos de amor, escenas explicitas, sobre estimulación.

Autora: Katsumiis

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La unión de dos reinos era lo más importante para llegar a la paz de estos dos reinos. Un joven príncipe, guapo, varonil, divertido y amable desidia desposar a una joven princesa, hermosa, delicada, gentil y humilde, que vivía en el reino vecino, con quien tenia una rivalidad desde hace generaciones. Esta noticia fue compartida por los mismísimos príncipes hacia ambos pueblos en conjunto de la compañía del otro. En el pueblo del príncipe la noticia fue bien recibida, todos sabían que la princesa era amable y al ver la manera que miraba al chico, sabia que estaba enamorada, pero paso lo contrario en el pueblo de la princesa. Los pueblerinos temían por la seguridad de su princesa, todos pensaban que el chico era un vestial hombre sin sentimientos pero aquel pensamiento se esfumo cuando vieron como el se ponia nervioso por algunas preguntas que el pueblo le hacia.

Al final, ambos pueblos aceptaron aquella unión y decidieron que harían una gran ceremonia para ambos jovenes príncipes, quienes pidieron perdón a sus abuelos por aquella "traición" que iban a cometer.

El día de la boda llego en unas cuantas semanas luego, esta ceremonia fue echa al aire libre, debido a que era bastante gente la invitada y la noche de bodas iba a ser realizada en una "pequeña" casa en el bosque. Esta "pequeña" casa contenía dos pisos con amplias habitaciones y baños, una espaciosa sala de estar y cocina.

Los jovenes dijeron sus votos frente a todo su pueblo, ahora unido, antes de unir sus labios en un suave y gentil beso, cual fue aclamado con felicidad por la multitud.

La noche cayo y los, ahora recién casados, príncipes iban llegando a la casa donde pasaría una la noche más esperada para ambos.

 — Eso seria todo, puedes retirarte. — Ordeno el príncipe a su mano derecha, quien asintio y salio de la habitacion, posteriormente de la casa y se alejo con el carruaje.

— No sabia que tenias este lugar tan amplio. — Comento la princesa, explorando la habitacion la habitacion.

— Yo tampoco hasta hace unos días. — Respondio, acercandose a su, ahora, esposa. Ambos rieron con suavidad para luego juntar sus labios en un hermoso beso, aquel beso era gentil, delicado pero rápidamente cambio de intensidad, era salvaje y apasionado. La ropa de la boda rápidamente desapareció de los cuerpos de los jovenes. Ambos estaban en ropa interior pero esta no era impedimento para tocar mas profundo de estas.

Los dedos del chico recorrían con delicadeza pliegues húmedos y sensibles de su esposa, creando una sensación placentera en ella. Los gemidos ya se habían apoderado de la habitacion, eran unos gemidos suaves y sutiles, poco audibles para alguien más que no fuera aquel chico.

 — No sabes cuanto espere por oirte así.— Se burlo el, metiendo un dedo dentro de su mujer. Un leve grito salio de sus labios al sentir como entro sin piedad.

—Oh, Eddie... — Gimió ella luego de aquel grito. La risa del chico resonó por su cuello hasta llegar a su pecho y esparcirse por su espalda hasta sus pies. Sus caderas se elevaron cuando los movimientos empezaron, eran lentos pero deliciosos. — Dios, sigue.... No pares... — Pidió entre suaves gemidos. Ella podía jurar que atreves de sus pupilas se observaban corazones lujuriosos debido a aquella sensación. Sin previo aviso, otro dedo entro y el dolor se hizo presente pero era un dolor rico, no quería parar de sentirlo. 

Una mordida reciente apareció en su cuello sin que se diera cuenta y ahora su mano sostenía el miembro de su marido, satisfaciéndolo. Los gemidos de ambos se mezclaron el ambiente y rápidamente fueron aumentando la intensidad cuando ambos movieron sus manos de una manera agresiva, buscando el control. La princesa perdió aquella guerra, provocando las burlas del príncipe, quien tomo sus piernas, abriendolas y entrando en ellas.

My girl [One-Shots Eddie Munson y Joseph Quinn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora