My girl [One-Shots Eddie Munson y Joseph Quinn]

"He is my victim." +18

Segunda parte de: "Stupid Little princess"

Advertencia: Maldiciones, besos humedos, masturbacion, gritos, golpes, amenazas.

Autor: Katsumiis

!

La chica observaba con odio hacia el chico. ¿Que hacia el hablando con su victima? La chica suspiro antes de caminar hacia ellos, golpeando "inconscientemente" el hombro del chico.

- Oh, perdona. - Sonrió ella antes de mirar al otro chico.

- ¿Estas bien? - Pregunto el acercándose a ella.

- Si, no fue para tanto. - Rió suavemente. - Me retiro, nos vemos. - Se despidió con la mano antes de seguir con su camino.

- Que bonita. - Murmuro el chico a lo cual de rizos bufo.

- Si, realmente no es linda. - Dijo el cruzándose de brazos.

- ¿Por que? ¿La conoces? - El chico, de cabello largo castaño, empezó a caminar junto al de rizos.

- Se podría decir que si. - Dijo el antes de suspirar. -Bien, yo tambien me voy. Nos vemos. - Dijo el chico.

- Okey, nos vemos luego viejo. - Se despidieron mientras que el chico castaño se fue recto mientras que el de rizos se paro al lado de un callejon.

- ¿Era necesario hacer esa amenaza? - Pregunto volteándose hacia el callejón.

- Es mi victima, Munson. - Dijo furiosa la chica, saliendo de la penumbra.

- Si sales así de ahí, realmente me das miedo. - Se burlo el.

- Te vuelvo a ver cerca de alguna de mis victimas y te mato. - Amenazo ella antes de intentar retirarse pero el chico la detuvo.

- Ayer asesinaste, ¿por que no te das un descanso, linda? - Pregunto el pegándola lentamente a el.

- No tengo tiempo para eso. - Respondió la chica, viéndolo directamente a los ojos.

- ¿Segura? - Pregunto pasando una de sus manos por su cintura, pegándola aun más a el.

- ¿Que insinuas, Munson? - Pregunto en un tono más suave.

- Divertirnos, de otra forma que no tenga que ver con cuchillos ni sangre. - Dijo con una sonrisa picara y coqueta mientras juega con uno de sus mechones de cabello.

- Vete al carajo. - Se rió ella, con un sonrojo en su rostro.

- ¿Segura que no quieres? Tu rostro demuestra lo contrario. - Dijo el con una sonrisa de lado antes de acercar su rostro al de el, uniendo sus labios en un calido beso, cual no tardo en ser correspondido por la chica. Paso sus manos por su cuello mientras el chico enredaba sus brazos en su cintura.

Se quedaron así unos cuantos minutos, besándose con calidez, para luego separarse por la falta de aire. La chica rió nerviosa, separándose un poco de el pero el chico la detuvo, volviendola a besar mientras ambos se adentraban en la oscuridad del callejón, acorralandola, bajo por su cuello, besando con suavidad cada parte de el, dejando una que otra marca en el.

- Munson, detente. - Jadeo la chica acariciando el cabello rizado del chico.

- No parece que quieras que me detenga. - Le susurro en el oído, mordiendo el lóbulo de la oreja de la chica. Ella, en respuesta, suspiro, disfrutando de los besos del chico, abrió sus ojos cuando el chico se separo, apenas distinguiéndolo entre la oscuridad, logro ver y sentir como el metia sus manos con delicadeza debajo de la sudadera blanca que la chica traía, tocando sus pechos sobre el sostén.

- ¿Enserio me follaras en un callejón? - Se rio ella mientras miraba directamente a su rostro.

- ¿Acaso la niña quiere un motel cinco estrellas?

- No estaría mal. - Ambos rieron antes de volver a besarse, esta vez, con pasión. El chico bajo una de sus manos y la metió entre el pantalón negro de la chica, tocando su feminidad sobre la fina tela de sus bragas. La chica, gimiendo en el beso, se retorció cuando presiono dos de sus dedos en ella.

- Esto es ilegal. - Susurro la chica en el beso a lo cual el chico se rio.

- ¿Acaso crees que asesinar es ilegal? - Pregunto el chico igualmente en un susurro, moviendo sus dedos de una manera rápida, provocando más gemidos de parte de la chica. Deslizando su mano, entro en sus bragas y empezó a tocar toda la humedad feminidad de la chica. - Que rapido te mojas, cariño. - Le susurro en el oído antes de besar nuevamente su cuello. Metió dos de sus dedos en ella, moviéndolas lentamente mientras se lograban oír los leves gemidos de la chica y los movimientos del chico.

- Mierda.. - Gimió la chica, retorciéndose en los movimientos, ahora rapidos, del chico.

- Esa boquita. - Se burlo el chico, parando su movimientos, saco su mano antes de empezar a quitar su pantalón, bajandolo junto con sus bragas, le dio vuelta bruscamente, pegando su rostro a la pared fría.

La chica espero pacientemente a que el chico actuara, cosa que hizo a los pocos segundos, introduciendo su longitud ella antes de moverse lentamente. Los gruñidos de ambos inundaron el callejón donde estaban.

- Carajo, ¡Munson! - Grito la chica sintiendo como el mencionado se movía con brusquedad dentro de ella. Sus embestidas se volvieron más profunda, sintiendo como sus piernas tiemblan ante cada una de aquellas embestidas.

- Shh... ¿Quieres que nos descubran? - Susurro, tapando su boca para ahogar sus gemidos.

Los movimientos rápidos y profundos eran constantes, los gemidos eran un poco más fuertes. Si no fuera por el brazo fornido del chico, la joven ya hubiera caído debido a que sus piernas temblaban, ella trata de aguantar lo más posible pero no lo logro, luego de unos minutos siente como su orgasmo sale disparada de ella y en un grito, arqueo su espalda, liberandose.

- Joder, que bien te sientes. - Le susurro con lujuria el chico, sintiendo como aquella chica se corría pero aun así, no se detuvo, la embistió con mucha mas brusquedad y dificultad, debido que, ella se apretaba al rededor del objeto largo y grueso, haciendo que a los pocos segundos se corra.

Ambos respirando agitadamente, la chica se dio vuelta para verlo antes de atraerlo en un beso cálido y dulce.

- ¿Aun vas a asesinarlo? - Le susurro sin separar su labios de los de ella.

- Mejor llévame a mi casa. - Le dijo antes de apoyar su cabeza en su hombro. El chico rio suavemente antes de ayudarla a vestirla.

- ¿No quieres ir a comer algo antes? - Sonrió, abrochando el pantalón oscuro de la chica.

- Un helado no estaría mal. - Ambos riendo antes de salir de aquel callejón y empezar a caminar hacia alguna heladería, pasando por otro callejón algunas calles mas adelante.

- ¡Suéltame, ayuda! - Se escucharon los gritos de desespero dentro de aquel callejón.

- ¡Callate maldita zorra! - Se escucho antes de se oyera un quejido y que algunas bolsas amortiguaran la caída de alguien.

- ¿Primero esto y luego helado? - Pregunto en un susurro a la chica, quien suspiro y se adentro en el callejon.

- Hey tu. - Llamo la atención del hombre, quien volteo.

- ¿Tu que niña? - Pregunto levantando una ceja, fastidiado y curioso.