My girl [One-Shots Eddie Munson y Joseph Quinn]

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Advertencia: Contenido explicito, besos humedos, masturbacion, mencion de semen, mención de condon, partes femeninas mencionadas, azotes, jalones de cabello.

Autora: Katsumiis

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Las manos de Joseph recorrieron tus senos desnudos, inclinándose para besarlos antes de que una mano se escurriera entre ambos, metiendo dos de sus dedos dentro de tus labios vaginales y gimiera por la sensación, al igual que tu. 

— Estas tan mojada... — Joseph se río entre dientes al sentir tu humedad tan cálida. — Me encanta... — El se metió entre tus piernas, abriendolas y corriendo tus bragas antes de pasar su lengua, pasando atreves de sus pliegues cubiertos de un húmedo liquido cálido. Te retorciste, abriendo mas sus piernas para su marido. — Eso es, cariño. Ábrete para mi. — El se rio, chupando y lamiendo con desespero antes de meter uno de sus dedos.

— ¡Joseph! —Ella se retorcido aun más, gimiendo con fuerza.

— Tranquila, sabes que yo te voy a estar aquí cuando te vengas. — El se rio entre dientes, lamiendo sus pliegues y metiendo y sacando su dedo con rapidez y fuerza. Metio otro, retorciéndola mas y riéndose. — Joder, me encanta lo apretada que estas. — El empezo a masturbarte con delicadeza pero de manera sensual y brusca.

— ¡Joe! — Volviste a gritar antes de que el se separaba, tomando tus piernas y empezó a desabrochar su pantalón con gran rapidez. — Espera, ¿y el condón? — Preguntas, poniendo una tus manos en tu coño.

— Oh, cariño. Ver el semen salir de tu coñito es una de mis cosas favoritas en el sexo. — El se rio, inclinándose para darte un beso en la mejilla para luego posicionarse, entrando muy lentamente, para no lastimarte. — Encima... Sabes que no me molestan los llantos de bebe. — Te tomo de las caderas, pensaste que seria tierno y sensual como de costumbre pero no fue así, te tomo con fuerza y empezó a menearse. Era brusco pero por alguna manera se sentía tan genial que te volvias loca.

— ¡Más! — Gritas, sintiéndote sucia por tus propios pensamientos tan impuros y secsosos que pasaban por su mente. El cumplio tu suplica, poniendote en cuadro y continuando con sus movimientos rápidos y bruscos. Tomo su cabello, jalándolo para que pudiera escuchar tus gemidos mejor.

— Me estas apretando tan jodidamente bien. — Gruño, azotándote con fuerza y apretando tu trasero. —Mi chica linda y sexy... — El volvió a azotarte. — Eres tan linda en cuatro y gimiendo. — El soltó una carcajada con una sonrisa, moviendo sus caderas para darse placer entre ambos hasta que te tomo con fuerza, corriendose dentro tuyo y pintando tus paredes con sus líquidos blancos mientras que tu te corriste, mojando las sabanas, tus piernas y las de tu marido. — Buena chica. — Te dio una ultima nalgada antes de salir, admirando como su semen sale de tu coño y goteando hasta las sabanas.

— Carajo... — Te quejaste, cayendo a la cama y suspirando, agotada. 

— Te amo. — Susurro el, inclinandose en tu cuello para besarlo.

— Tambien te amo, mi amor... — Dijiste con una leve sonrisa, el te abrazo, acomodándote en la cama antes de bajar. 

— Espero no estes cansada, mi niña... Por que esta noche no vas a dormir. — El se rio entre dientes, bajándose los pantalones por completo y saltando a la cama. —Prepárate porque aquí te voy a dar hasta trillizos. — El se rio entre dientes, posicionándose entre tus piernas y sonriendo ampliamente.