"Fairy tale"

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Advertencia: Secuestro, invasión de morada. 

Autor: Katsumiis

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"Había una vez una joven campesina, que vivía con su padre en una humilde morada a las orillas del rió. Esta joven era muy bondadosa y amable con aquel persona que le hablara. Una tarde como cualquier otra caminaba por un pequeño camino hacia su hogar junto con las compras de la semana cuando un ruido, proveniente del bosque, llamó su atención.

— ¿Cazadores a estas horas? — Pregunto con algo de indignación la chica hacia sus adentros. Odiaba a los cazadores, matan a inocentes animales solo por algo de comida y eso le parecía algo cruel y inhumano. — ¡Ya les dije que no los quiero ver cazando por mi casa! — Exclamó la chica, esperando algún "lo siento" o algo de algún hombre pero solo hubo silencio. Un escalofrío recorrió su espalda y camino rápidamente hacia su hogar.

— ¿Que tal el mercado, querida? — Pregunto el padre de la joven hacia su hija, quien, algo temblorosa, coloco las cosas en el suelo. — ¿Que paso? — Pregunto,esta vez con preocupación.

— Nada, un animal me asusto. — se río levemente antes de caminar hacia su habitación. — estaré en mi habitacion por si me necesitas. — Le dijo ella a su padre, quien asintió.

Ya en su cuarto, tomo su cuaderno y lápiz, sentándose en su cama dispuesta a dibujar un poco, o eso pensaba hacer, ya que; cuando su mascota, un pequeño gato naranja con blanco, rozo su mano dejo el cuaderno a un lado.

— No se que haya sido ese ruido.. — Murmuró, mirando por su ventana mientras acariciaba la cabeza de su mejor amigo. — ¡Debemos investigar! — Se puso de pie de un salto, tomó su cartera y ahí metió su cuaderno de dibujo y el lápiz.

— Querida, ¿te parece almorzar algo de lentejas? — Pregunto el hombre con un tono amable y suave.

— Si pero almorzare luego. — Dijo, corriendo a la cocina, tomando algo de pan y queso. — si no vuelvo a tiempo, me llevo esto. — Se acercó a él y depositó un beso suave en su mejilla. — Te amo. Nos vemos luego. — Salió de la casa junto con el gato.

Ambos Caminaron hasta donde la joven Escucho el ruido minutos antes. Se acercó a los arbustos, notando algunas manchas rojas.

— Oh, sangre. — Dijo asqueada. — Tuvo que haber sido algún animal cazando. — Dijo antes de suspirar. — ¿Que tal si seguimos el rastro? — Le pregunto al gato, quien simplemente empezó a caminar. La joven río suavemente antes de seguirlo.

Caminaron por unos largos minutos hasta llegar a una casa, más que casa parecía mansión, que parecía abandonada. Se acercó a la puerta, notando cómo está medio abierta.

— ¿Deberíamos entrar? — Le pregunto a su amigo, pasando su mano por la madera de la puerta, notando como esta no tiene rastro de polvo.




Por otro lado, dentro de la mansión abandonada. Unos jóvenes de tez bastante blanca y uno de tez oscura reían a carcajadas en la tercera planta de aquel lugar.

— ¡Tuviste que haber visto su cara! — Rió uno de ellos, retorciéndose en el suelo en diversas carcajadas.

— Cállate, Eddie. — Le dijo uno, con un notable sonrojo en su rostro.

— Ya.. Ya... — Dijo entre risas el tercer chico antes de callarse. — ¿Oyeron eso? — Les pregunto a sus amigos, acercándose a la puerta.

— ¿El que? — Pregunto un chico, de cabellos rizados y abundantes.

— Alguien entró. — los tres chicos rápidamente bajaron hasta el primer piso, escondiéndose para ver al intruso. El trío miró a aquella joven de cabellos sueltos color ______, quien miraba curiosa el lugar y venía junto con un animal.

— agh, un gato. Que asco. — Murmuró uno hacia sus amigos.

— Cállate, Gareth. — Le dijo el de tez oscura.

— Es linda. — Dijo el de rulos, mirando los movimientos de la joven.— Algo. — Dijo el otro chico, de cabellos dorados.

— Pensé que sería más interesante.— Escucharon bufar a la chica, cruzada de brazos y quien se estaba dando media vuelta, dispuesta a irse.

— Con que quiere algo interesante, eh. — Dijo burlesco el chico de rizos, haciendo un gran estruendo.— Eso es interesante. — Murmuró la chica, regresando y subiendo las escaleras.

— Miau. — se escucho desde la entrada al gato.

— Espera, solo quiero ver que fue. — Le dijo al gato, sonriendo y caminando hacia donde fue, manteniendo cierta distancia con el grupo de chicos.

— ¿Y si la asustamos? — Pregunto el chico de tez oscura antes que los tres sonrieran maliciosamente.

— Huhm, supongo que no fue nada. — Se encogió de hombros la chica, volviendo a la puerta. — No tuvimos suerte Robi, será a la próxima. — Dijo desanimada la chica, apunto de abrir más la puerta pero esta fue cerrada de golpe.

Un gruñido salía del gato antes que corriera a esconderse detrás de su dueña.

— Tranquilo, solo fue el viento. — Dijo la chica, intentando abrir la puerta, sin éxito. — Creo que quedamos encerrados.. — Murmuró. — Buena excusa para investigar. — Dijo, caminando felizmente a las escaleras, subiendo a la segunda planta y abriendo una pequeña habitación.

Mientras la joven investigaba aquella habitación, los chicos planeaban su malévolo plan.

— Nada interesante aquí. — Le dijo la joven a su mascota, saliendo de la habitación junto a el.Otro ruido se escucho, esta vez proveniente de la habitación del frente. Abrió la puerta y entró, encontrando unos cuantos pinceles tirados en el suelo.

— ¡Yo ocupo algunos de esos! — Exclamó con felicidad mientras corría hacia ellos, tomándolos. — ¿Crees que sean de alguien? — Dijo mientras observaba como aquellos estaban húmedos.

— Miau. — El gato aruño las medias blancas, queriendo que ya se vayan.

— Tranquilo, no sucederá nada. — Dijo con normalidad la chica, dejando los pinceles en una pequeña silla y saliendo de la habitación.


Algunos minutos luego, los chicos estaban decepcionados. No habían logrado asustar a la chica, que ahora estaba mirando felizmente una gran habitación, tirándose a la cama y admirando lo suave que estaba esta.

— Solo los queda una opción más.. — Dijo el de cabellos rizados, caminando hacia la puerta.

— ¿Seguro de esto, Eddie? — Pregunto el chico de cabellos dorados.

— Primero ire yo y a la señal aparecen. — Dijo el, caminando silenciosamente hacia la joven.

— Ojalá tuviera una cama así de suave. — Deseo mientras se acurrucada entre las sábanas.

— ¿Como gozas irrumpir en mi hogar y acostarte en ni cama? — Pregunto con un tono molesto el joven, haciendo que la chica se girará a verlo.

— Oh, ¿usted es dueño de este lugar? — Le pregunto la joven con una sonrisa amable en su rostro antes de ponerse de pie.


— Es lo que le acabo de decir.—  Dijo con seriedad aquel chico, mirando a la joven quien le sonreía.

— Mil disculpas, señor. Nosotros no sabíamos que el lugar tuviera dueño. —  Dijo la chica, caminando hacia la salida mientras que; el chico simplemente le da la espalda. La joven mientras caminaba noto como el tenia una capa y una idea paso por su mente, sonriendo con picardía.

Tomo el dobladillo de la capa con cuidado y tapo el rostro del chico antes de jalar y salir corriendo, junto a su gato.

— Maldita.. —  Murmuro el chico, empezando a correr detras de la chica. 

Ambos corrían, la chica riendo y el chico gruñendo, con molestia. Luego de unos minutos de estar corriendo, la joven logra esconderse del chico, sin parar de reir. O eso pensaba

— Estuvo cerca. — Suspiro, recuperando el aire que perdió al estar corriendo.

— ¿Segura de eso? —  Un chillido salio de los labios de la joven, cayendo al suelo del susto.

—  ¿Como es que...? — Pregunto confundida, mirando a la entrada y volviendo a mirar al chico.

— ¿Te crees muy chistosa, no? —  Pregunto antes de hacer un movimiento con la mano, cerrando las cortinas detrás de el.

— ¿Eres un brujo?  — Le pregunto con algo de temor.

— Eso no te incumbre, niñita. —  Le dijo antes de suspirar. — De castigo, te quedaras aquí, como mi sirvienta. — Dijo con una sonrisa picarona.

— Lo siento pero no gracias, tengo que volver.—  Dijo la chica, poniéndose de pie y sacudiendo su vestido. —  Fue lindo verte, adiós. — Se despidió la chica, caminando a la puerta, que estaba abierta pero esta se cierra de golpe.

—No es pregunta, mocosa.—  Le dijo el chico, con un tono serio.

—  Si... Yo... La verdad, este lugar no es mi estilo.  —  Se rió nerviosamente, intentando abrir la puerta pero no lo logro. Empezó a forcejear con ella pero no lo logro.

— No me interesa, esta sera tu habitacion ahora. —  Dijo con una gran sonrisa, caminando hacia la joven y tomándola de la cintura, empujándola hacia atrás antes de abrir la puerta. — Ponte cómoda en tu nuevo hogar. — Dijo, cerrando la puerta. La chica corrió a la puerta y intento volver a abrir.

— ¡Desgraciado! —  Exclamo con molestia, pateando la puerta con fuerza, sin éxito. — ¿Que hago, Rodi? —Le pregunto a su gato, que estaba parado detrás de ella.

— Miau. — Fue lo único que dijo el gato antes de caminar hacia la azotea de la habitacion.

— Buena idea pero, ¿no es muy alto? — Pregunto, acercándose a esta y mirando hacia abajo. — Si, es muy alto. — Retrocedió temerosa antes de suspirar. — Tal vez escapemos cuando anochezca. — Acaricio la cabeza de su amigo antes de sonreír cálidamente."

Continuara...

My girl [One-Shots Eddie Munson y Joseph Quinn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora