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En los desayunos de los que estaba obligado a asistir Lucerys notaba que era demasiado silencioso e incómodo con el resonar del servicio sonar. Era una familia bastante fría entre ella Cassandra sobresalía al instante por ser la única que le hablaba a Aemond

- los doctores afirmaban que el bebe nacerá a fines de esta luna - canta ella comiendo una manzana verde - se llamara Daeron ¿qué te parece?

Sonríe al escuchar aquel nombre. Siente que la comida es más dulce al recordar al menor de sus tíos morir bajo su mano. Recuerda perfectamente cuando atravesó su garganta con la daga de Aegon el conquistador en como sus manos se marcharon de sangre mientras veía aquellos malditos ojos violeta mirarlo con el desprecio de un verde

- hermano deseo poder empezar con mis lecciones de montar con Stormclound - habla su joven Aegon a su lado - ya ha crecido lo suficiente es hora que cree mi vínculo

- como todo Targaryen - toma un sorbo de su copa de vino hasta el fondo - hablaré con los cuidadores para que preparen más tarde

- no recuerdo que se te haya permitido - comenta Alicent al otro lado de la mesa mirando con desagrado de la idea de darles una libertad como sus dragones

No le interesa para nada discutir con Alicent era una pelea que deseaba evitar ahora que Aegon estaba de buen humor si era bueno le permitiría volar en sus dragones si no tendría que persuadirlo de una manera melosa

Aquello era una humillación

- somos Targaryen necesitamos a nuestros dragones - comenta Lucerys en la antigua lengua mirando a Aegon - ¿acaso no deseas que nuestras tradiciones sigan?

Aegon lo mira dejando de lado su copa de vino solo por él

- que Aemond los acompañe será quien los vigile ya debes saber que sucedería si intentas escapar - sus palabras son un recordatorio de donde estaba

Sentía que una cadena invisible rodeaba su cuello que cuando era tirada lo ahorcaba

Su ropa de montar se sentía extraña sin su espada al lado o el sentimiento de no tener la mente en algún ataque del enemigo. Aemond lo espera fuera de la recámara siente el escalofrío verlo de cuero una vez más aquel traje era una señal de muerte al enemigo

¿Cuánta gente habrá muerto bajo su mando? Por los informes de guerra que eran entregados por parte de los Beesbury más de dos casas del este fueron arrasadas ambas aliadas que llegaron con ayuda de Vermax a Dragonstone por refugio. Un golpe duro tener que perder a los aliados siempre morían aliados después de cada batalla contra los verdes como si intentaran buscar un punto débil

El rugido de Arrax es la que le emociona su dragona de escamas blancas con cresta rojas se suelta del control de los donadores al verlo. Lo huele como un perro a la vez Lucerys siente los latidos de Arrax desenfadados sin control quiere volar tiene la necesidad de subir a su lomo para subir poder sentir aquel viento contra su cuerpo

Agitado busca a su joven Aegon que yacía con su dragón color azul cielo aun joven e inquieto siendo rodeado por más cuidadores. No necesito saber que estaría bien su hermano para subir a Arrax con sus dragones cerca nadie podía tocarlos

- ¡Arrax! - llama a su dragón que se agacha para ser cabalgado

Cuando ya está en la cima de su dragón no necesaria decir algo para poder volar Arrax abre sus alas y salta para emprender su vuelo. Había olvidado lo difícil que era respirar con la corriente de aire golpeando su cuerpo con ello sus pensamientos vuelan

El momento que quito la calma fue el gran cuerpo de Vhagar está lejos del cuidado de que no salga de los límites trata de poder ignorarlo mirando parte del nido de dragones de antes. Mitad de la constelación estaba caída con cenizas tal vez con huesos de los aldeanos que intentaron revelarse, pero terminaron siendo calcinados por el fuego del dragón conquistador Vhagar

𝐍𝐚𝐜𝐢𝐝𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐦𝐨𝐫𝐢𝐫|| 𝐀𝐞𝐠𝐨𝐧 𝐱 𝐋𝐮𝐜𝐞𝐫𝐲𝐬 𝐱 𝐀𝐞𝐦𝐨𝐧𝐝 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora