𝐍𝐚𝐜𝐢𝐝𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐦𝐨𝐫𝐢𝐫|| 𝐀𝐞𝐠𝐨𝐧 𝐱 𝐋𝐮𝐜𝐞𝐫𝐲𝐬 𝐱 𝐀𝐞𝐦𝐨𝐧𝐝

18

Cuando la cena termino Lucerys no piensa dos veces para escapar de la familia. Amanda solo le sonríe al cruzar el umbral de comedor y escucha desde lo lejos ser llamado

No quiere estar cerca de ellos es incómodo desearía poder decirles que no quiere pero no puede. Podrían arrastrarlo de la misma manera en que lo hizo Criston antes de su matrimonio

No quería repetir el mismo suceso por su incomodar era mejor evitar. Se detiene en frente del dormitorio de su hermano al abrir la puerta hay una vela prendida, al rededor de ella estaba Aegon con Jahaera murmurando secretos que nunca llegará a saber

Cuando se convenció de que ellos estaban bien cerro la puerta para seguir su camino. Esa noche no durmió tampoco sintió la necesidad de dormir era algo ya habitual para Lucerys

Había noches que miraba el techo o que miraba a los niños dormir. Quería recordar cada rasgo de ellos para no olvidarlos cómo lo había hecho con sus hermanos y padres

Sentía que no podía olvidar tan fácil algo tan importante en su vida de un momento a otro

Cuando cierras sus ojos trata de estar en el pasado, pero ya es difícil cuando no sabes que había en aquellos tiempos.

Y sin darse cuando no nota cuando ya es de día

Su mañana fue apresurada desde temprano ya estaba de pie alistándose para aquel paseo con Amanda con su vientre ya hinchado no debía de moverse de manera brusca dando un inoportuno retraso

El Mareo de la gente yendo y vienen revuelve su estómago hasta que en un punto siente que el hambre desaparece. Sabía que no era normal, menos cuando tiene un bebé en su vientre, pero no dice nada quería dar ese paseo con Amanda y su decía algo de su apetito no haría más que molestar

Trata de respirar el aire fresco del jardín para calmar el asco aunque no servía de mucho, sentía el olor a polvo picar su nariz

- espero que no te haya esperado mucho tiempo - sonríe Amanda con su bastón y una doncella que sería la chaperona - el maestre deseaba asegurar mi condición para este paseo una mujer de mi edad es tan frágil que ya no puedes respirar sin que te revisen

Si su abuela estuviera viva debía de verse de una manera parecida a Amanda con sus arrugas llenas de los años en esta tierra sin dejar atrás su dulce carácter del cual había escuchado muchas veces. La caminata inicia entre los tulipanes que recién empezaban a mostrar un desarrollo

El invierno había sido más duro que otras veces fue notorio en la vegetación y el pueblo

- ¿sabes que fui la última amiga de Viserys? - comenta ella de forma repentina - pocos saben que los Arryn han tenido una cercana relación con los Targaryen después de que Aemma murió muchas cosas cambiaron entre ellas este castillo

No se equivoca. El color verde era traición apenas había alguna estatura de las catorce llamas que estaba en las abandonadas en las lejanas alas de la fortaleza. Sentía pena del poco legado que quedaba de la gran dinastía Taragaryen

- mis hijos no serán así - acaricia su vientre con posesividad - serán dragones que devolverán la gloria a nuestra casa que al parecer la gente quiere que muera

- los dragones no nacieron para morir - Amanda era extraña. Deseaba saber él ¿por qué? - nacieron para gobernar este mundo eso me decía con frecuencia Daella cuando me contaba sobre sus hermanos Baelon era uno que siempre repetía esa frase

Sabía mucho más de su casa que la misma bendición de la antigua Valirya que el mismo.

- Baelon era el padre del padre de mis hermanos