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Aemond era su mayor miedo cuando se mueve de forma brusca siente que lo va a golpear arrastrar por los pasillos de forma humillante. Aprieta sus manos tratando de taparse pero era imposible

Aegon bebé su quinta copa desviando su mirada cuando termina palmea la mesa tirando el plato lejos.

- recuestate - señala Aegon la mesa solo tardo unos segundos en entender que no seria obedecido - Luke solo has lo que te dijo

- ¿me mataras? - quiso saber Lucerys pensando en el peor escenario. Sus hijos lloran cuando piensa en Aegon - mi hermano me espera...

- Luke no te mataremos ni a tu familia mientras hagas lo que te digamos - explica Aemond - ahora recuestate

Inseguro camina a la mesa cuando se recuesta el frío de la madera lo asusta mientras que la prisión de sus huesos contra la madera duele. Aemond se levanta de la mesa colocándose detrás de Lucerys junto a su hermano mirando el espectáculo

En un intento de esconder su intimidad con sus manos fueron golpeadas y dejadas a un lado

- relájate - habla Aegon acariciando su cintura - separa las piernas y deja que veamos no te haremos daño

Asiente con la cabeza Lucerys soltando un sollozo. Su cuerpo tiembla cuando unas manos separan sus piernas suben abriendo la piel de su coño trata de pensar en algo más pero era imposible

La botella es tomada por Aegon lo sabe por el anillo eso vuela luego de ello moja su cuerpo. Suelta un suspiro ante la sensación que tras ello se vuelven sonidos de molestia

Los dedos de uno de ellos juegan con su coño separado y ultrajado en un intento de escapar se remueve sobre la mesa inútil bajo Aemond que solo necesito colocar su mano en su espalda para detenerlo

- quédate quieto - ordeno

Dos dedos dentro del y la excitación no tarda en llegar a su mente. Quiere escapar de aquella satisfacción aceptar ser abusado de tal manera era indignante quisiera matar para escapar de su prisión. Se esfuerza a sí mismo a estar en un lugar diferente se imagina a sí mismo en las orillas del puerto de Driftmark

Trata de recordar como se sentía el viento junto al olor a sal que antes siempre sentía en su abuelo. Cuando terminan Lucerys no se mueve ni se inmuta a responder permanece quieto con los ojos cerrados imaginándose en algún otro lugar

- mi príncipe - Sir Erryk lo toma con cuidado del torzo cubriéndolo con la capa - llamaré a la doctora...

Sostiene la mano de Sir Erryk contra su pecho como un niño abrazando su peluche. Se siente fuera de lugar sin saber como reaccionar ante lo que había sucedido llorar debía ser lo más propio al igual que gritar y romper objetos, pero no tiene energías para ello

Se acurruca en el pecho de su escudero cansado solo deja que sea cuidado por él. Los pasillos son iluminados por la luz natural del amanecer dando a entender las primeras horas del día no se preocupa de ser visto por la servidumbre Lucerys quería volver a su recámara tomar un baño que quitara las sucias sensaciones que habían dejado ambos líderes

Era asqueroso totalmente. Es dejado en el sillón pudiendo ver como preparan un baño las mujeres Messay trabajan rápido sin quitarle los ojos a Lucerys

- está listo - dice una de ellas intenta acercarse, pero Sir Erryk se lo niega - debemos asegurar su bienestar

- por ahora no - contesta el firme - debe descansar

No insisten en seguir dejan las cosas ahí y desaparecen sin más. Es bañado con cuidado por su escudero el agua se tiñe de los restos de vino y cuando está listo es acostado en la cama con una taza de leche de amapola entre sus manos

𝐍𝐚𝐜𝐢𝐝𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐦𝐨𝐫𝐢𝐫|| 𝐀𝐞𝐠𝐨𝐧 𝐱 𝐋𝐮𝐜𝐞𝐫𝐲𝐬 𝐱 𝐀𝐞𝐦𝐨𝐧𝐝 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora