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Había pasado días desde la noche en la recámara del rey y Lucerys estaba intentando buscar la oportunidad de tener una igual a esa, pero con los del norte sin señal de paz al igual que la casa Arryn junto a sus fieles aliados no había manera de una oportunidad. Así que no espero que el primer incidente sucediera poco después

Ocurrió cuando Lucerys salía del dormitorio de Jahaera la pequeña poseía un miedo sin igual a la oscuridad jamás salía sola de su dormitorio ni cambiaba sola por los pasillos cuando estaban oscuros. Lucerys comprendió que era parte de su niñez algo que el mismo vivió en anteriores años donde solo su madre pudo ayudarlo

La muerte de su padre y el nuevo matrimonio lo llegó de miedos que con el tiempo se desvanecieron como la sangre en el agua

Sir Erryk a menudo se quedaba con su querido Aegon por lo que esa noche estaba únicamente en aquel pasillo. Primero escucho un estruendo los guardias gritando y poco después noto que Aemond dormía en la recámara junto a la de su hermano

- ¡Sujétenlo! - ese era Aemond gritando - ¡No se atrevan a soltarlo! ¡Llamen a Lapiatt!

- ¡No! ¡Quiero ir con ella! - Aegon llamo a una mujer que desconocía con desesperación. Eso aumentaba la necesidad de saber quien era ella - ¡No puedo! ¡Quiero m.!

La oferta es cerrada de un fuerte golpe que hace saltar a Lucerys. Cuando sus manos se aprietan en el pecho nota el acelerado latido del corazón

Esa noche sentía que la fortaleza roja estaba más despierta que nunca. Se quedó sentado en la cama mirando atento a cada sombra que pasaba apresurada por su puerta las siguientes horas fueron iguales

Iban y venían las apresuradas caminatas junto a murmuró

Las velas y chimeneas estaban ya consumidas para el momento en que la luz del día estaba iluminando su recámara. No se sentía cansado ni nada se sentía como cualquier mañana eso lo inquieto, pero no le dio importancia

Antes de sus doncellas se abrió la puerta de su recámara lentamente lo asusto y por instinto se acostó en la cama tratando de parecer dormido. El olor de Aemond era inolvidable a cuero y ese indescriptible olor a biblioteca que desde pequeño tenía por lo que supo al instante que era él

Respiro lentamente como si durmiera y trato de relajarse para no parecer que estaba fingiendo dormir

No podía ver así que no supo que hizo Aemond a su lado durante un largo rato. No se manoseó de lo que estuvo agradecido ni lo quiso matar la que si extraño a Lucerys

Antes de irse se acercó a su rostro con su mano quito sus rizos del cuello y hundió su nariz en el cuello del doncel. Su cuerpo no reacción ni tampoco Lucerys cuando Aemond hundió su cara en su cuello solo pudo sentir el miedo eriza su piel

Luego de eso él se fue y las doncellas entraron poco después

Cuando dejaron si ropa del día azul oscuro con su capa todas las doncellas se retiraron excepto una. Katherine Messay ella estucó a su lado todo momento con la cabeza baja solo con el sonido de la puerta cerrándose la levanto entregando un pañuelo

- pido una audiencia con su majestad - hablo ella

- permitida - se acomodó en la bañera trato sé no parecer desinteresado, pero su mente estaba en los sucesos de anoche - puedes hablar

Ella se relaciona los labios y sorprendió a Lucerys con su perfecto dominio de la lengua antigua

- Su familia me ha ordenado que le informe sobre lo sucedido anoche - podía enterar perfectamente habla lenta y pronunciaba cada letra - el rey verde ha destruido su alcoba e incluso segun testimonios estuco a punto de saltar por el balcón

𝐍𝐚𝐜𝐢𝐝𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐦𝐨𝐫𝐢𝐫|| 𝐀𝐞𝐠𝐨𝐧 𝐱 𝐋𝐮𝐜𝐞𝐫𝐲𝐬 𝐱 𝐀𝐞𝐦𝐨𝐧𝐝 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora