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Su madre una vez le dijo que una vez se tiene un hijo siempre uno sabrá cosas que otros no ven mas que el cabello blanco, la piel blanca y que no se pareciera mucho al doncel pero a Lucerys no le molestaba mucho ya que le gustaba ver como Shuli nació con ojos rojos como Aenar pero Dalya nació con ojos rojos más oscuros que sus otros hermanos ese detalle parecía que no todos lo veían y eso le gustaba

Era como un secreto entre sus hijas y el, eso a Lucerys le gustaba

El sonido de ramas rompiéndose hizo que levantara la mirada de sus hijas para ver a Maerys correr en vestido con un enorme peluche de dragón con un Aenar detrás de ella con sus figuras de madera. Le gustaba verlos correr por el castillo con sus juguetes que de vez en cuando los acompañaba Jahaera y su hermano Aegon que eran pocas las veces ya que estaban más entretenidos cuidando y plantando flores

- Aenar no corras sobre el barro

- Maerys no te levantes la falda

- Jahaera ten cuidado con las tijeras

- aegon no cortes los arbustos con la espada te harás daño

Aveces llegaba a divertirse en los jardines que eran solo del y sus niños.

Durante la temporada estuvo entre los arbustos secos junto con la sola compañía de niños, pero solo para su sopresa Lucerys pudo presenciar el nacimientos no sólo de sus hijas que apenas tenían uno meses sino también de dos dragones más que se unían a sus hijas. Durante una de sus mañanas Aemond se presentó con dos dragones recién nacidos a su dormitorio con los niños

Con las gemelas en brazos de Katherine y Lucerys miraron a dos hermosos dragones nacer en las cunas de ambas princesas. Apenas habían despertado y para su sorpresa antes del año sus hijas habían reclamado un dragón

Dalya tenía al dragón verde oscuro con cuernos apenas sobresalientes que eran idénticos a Vaghar pero en cuando a colores era el dragón de Shuli que llamaba la atención con el hermosos color brillante zafiro que llamaba la atención sin necesidad de ruidos, aquel dragón le recordaba al de su madre, Syrax

- felicidades majestad sus hijas lo han bendecido

- los dioses Valiryos son piadosos - tomó de la copa de su esposo un gran trago - me alegro que eso suceda después de tal guerra el nacimiento de mis hijos es una bendición

Lucerys no había sido interrumpido por la molesta de Cassandra y su séquito que hasta ahora no dejaba de burlarse por dar a luz a niñas

- nuestra fe...

- ¡cállate!- exclamó molesto Lucerys escondiendo a sus hijas bajo su capa - que Syrax no te escuche y que la diosa Meraxes sea piadosa eres una esposa targaryen conoce tu maldito lugar

La mayoría de veces no podía soportar a Cassandra demasiado tiempo que no dejaba de hablar mierdas. Con la muerte de alicent aveces Lucerys tenía más control del castillos que antes, teniendo la libertad de gritarle a los de la corte cuando le eran grosero y podía golpear sin mucha fuerza a Cassadra sin que Aemond moleste mucho ya que con tenerlo entre sus piernas le bastaba para callarlo

Llegaba a cualquier hora tan pronto Cassandra hacia uno de sus berrinches a su oficina donde aveces era llamado y otras era visitado por su tio. No importaba como vestía o si tenía algún seno amantando a sus hijas

El lo besaba con tanta fuerza que lo movía a su conveniencia, era como un muñeco de trapo para el, un simple objeto

Lo follaba hasta saciarse y llenarlo marcando cada parte de su cuerpo como su propiedad, en tal punto que aveces se sentia una prostituta no cualquiera sino una de alta cuna que no cualquiera podía tener pero si tratada como una cualquiera. Mientras se perdía en su laguna Lucerys soltó una risa en presencia de su escudero que no veía eso de una buena manera sino preocupante

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⏰ Última actualización: Jan 16 ⏰

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𝐍𝐚𝐜𝐢𝐝𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐦𝐨𝐫𝐢𝐫|| 𝐀𝐞𝐠𝐨𝐧 𝐱 𝐋𝐮𝐜𝐞𝐫𝐲𝐬 𝐱 𝐀𝐞𝐦𝐨𝐧𝐝 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora