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No hubo anuncios ni despedidas cuando el norte partió dando paso a Aemond que no tardó en tomar la primera noche de Lucerys sin la compañía del lobo

Esperaba muchas cosas provenientes de su tío entre ellos estaba alguna perdida de extremidades, perder un ojo, a su hijo y en algún punto imagino a Arrax siendo devorado por Vhagar pero lo único que llegó fue una gran tina de agua caliente que fue dejada frente a los sillones

- lávate

Esas fueron las únicas palabras que promoción Aemond que se sentó en el sillón de cuero frente a la tina y abrió un libro. Podía negarse incluso gritarle pero Lucerys sabía que no debía

Haberse aventurado con su anterior amante haría que le cortará la cabeza y sería exivido como premio. Si vientre no era importante ahora aquel había dado un hijo de sangre al trono

Al hundir su cuerpo en el agua junto a su cabeza trato de buscar la razón de tal calmada situación. Tal vez lappiat le advirtió que no debía de ser brusco en su condición o Aemond solo lo estaba torturando lentamente para después matarlo

Tanta posibilidad daban vueltas y vueltas en el gran lago que había en la mente de Lucerys que no sabía que creer o no creer. A tal punto sabía que ya estaba muerto y su castigo era ser la esposa de ambos mata sangre, pero ni el lo sabía

- no te demores mucho, mandé a alistar a Aenar para esta noche - la voz de Aemond lo atrajo al mundo una vez más. Tan sereno se veía que no parecía un maniático asesino, tal vez así se veía Aemond ante los ojos de la pequeña Maerys

- ¿Que viene a ser mi bebé aquí? Estamos nosotros dos no hay mucho que hacer si viene - se levantó de la tina mostrando el cuerpo por completo - Aegon no permitiría que algo le sucediera

- ¿Crees que sería capas de hacerle daño por tus aventuras? - bufo ofendido mostrando una molesta sonrisa burlona - ¿Dime, Luke? ¿Acaso crees que mi sangre vale lo mismo que la de tu familia como para derramarla?

- ¡No metas a mi familia en esto! ¡Maldito bastardo sin piedad! - exclamó alterado - ¡Mi familia no quería derramar sangre pero tú hiciste esta guerra!

La mano de Aemond apretó su mandíbula y lo callo al instante. Estaba enojado, muy enojado lo podia ver en cada parte de la cara de Aemond

- y yo terminé esta guerra - levanto el cuello de Lucerys dejandolo al descubierto

Por un momento creyó estar apunto de morir, podía sentir una daga pasar por su cuello y la imagen de su muerte frente a su hijo y sir Erryk pero en cambio no sucedió más que placer

Su boca Débora su cuello con desesperación. Succionaba los restos de agua de aquella tina como si fuera la última gota de agua del mundo y las manos de Aemond bajaban hasta sus piernas dónde acariciaba su recorrido hasta su coño

- ¿Dónde te toco?

- ¿Que?

- ¿Aquí? - sus dedos entraron en el hasta lo más profundo de su ser dónde Lucerys no resistió la tentación de seguir - ¿no habías estado con el idiota de Cregan? Deberías de estar saciado de tanto hombre

Ese tono burlón era molesto pero el placer que daba era otra cosa. Sus piernas se cerraban contra el brazo de Aemond no para detenerlo sino para que se quedará

Sus caderas se movía profundizando el tener los dedos dentro del. Tocando su piel que calentaba y pedía

- ¿que tal si te hincho con un bebé mío?

- ¿Que? - se sintió débil ante la idea de otro - no, estoy saliendo de...

- Lapiatt no dice lo mismo

𝐍𝐚𝐜𝐢𝐝𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐦𝐨𝐫𝐢𝐫|| 𝐀𝐞𝐠𝐨𝐧 𝐱 𝐋𝐮𝐜𝐞𝐫𝐲𝐬 𝐱 𝐀𝐞𝐦𝐨𝐧𝐝 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora