Easy On Me (Parte II de Wildest Dreams)

La Familia Perfecta De Maddie.

Taylor observó a la castaña que sonreía tan hermoso para después verlas salir, ¿Qué tanto se había perdido de la vida de Karlie? ¿Y qué tanto se había perdido de la vida de Maddie? Suspiró para volver a donde los demás, estaba preocupada, cuando todos se fueron la rubia comenzó a levantar las cosas, e incluso Maddie le había ayudado y eso la hizo sonreír, poco a poco parecía que la pequeña volvía a sentirse cómoda con ella a solas, ya por la noche la niña estaba inquieta, observaba por la ventana a cada rato.

—      Mi amor, mami ya no tarda en llegar – Le sonrió.
—      ¿Si va a venir? – La observó.
—      ¿Alguna vez te ha quedado mal?
—      No – Negó.
—      Entonces relájate un poco, solo debió salirle alguna consulta de un animalito o algo.
—      Pero ella ya no hace eso – Meditó.
—      Tal vez le llamó Cara.
—      Tía Cara, tal vez – Aceptó.
—      ¿Por qué dices que ya no se dedica a eso? – Preguntó suave.
—      Porque mami ahora...

El timbre sonó y la rubia se puso de pie para caminar hasta la puerta, era Karlie que le regaló una sonrisa y le devolvió la sonrisa para hacerse a un lado y dejarla pasar, la pequeña castaña corrió hasta ella para saltar y la Doctora la tomó en brazos aguantando un gemido.

—      ¿Estás bien mami? – Preguntó Maddie.
—      Si, estoy bien – Le sonrió – ¿Estás lista? ¿Cenaste y te lavaste?
—      Si – Asintió
—      Perfecto, entonces a la cama – Sonrió.

Maddie asintió para comenzar a correr con dirección a su habitación, Taylor sonrió y ambas la siguieron de cerca, pronto la niña estuvo dormida y regresaron a la sala, la rubia se sentó de cerca junto a la Doctora y de pronto le tomó la mano.

—      ¿Qué sucedió?
—      Nada, estoy bien – Quiso retirar su mano.
—      Karls dime que paso, muéstrame.
—      Yo estoy bien.
—      De acuerdo, creí que habíamos quedado en ser amigas en comenzar de nuevo.
—      Yo no quiero ser tu amiga Taylor – Gruñó Karlie.
—      Pero...
—      Sabes perfectamente que no puedo ser tu amiga.
—      ¿Por qué?
—      ¡¿Por qué?! Taylor yo te... Está bien – Extendió el brazo descubriéndolo – Estaba en una consulta, pero el animal se puso un tanto loco y sin quererlo pateo a Cara y me cortó.

Taylor pudo observar que lo había curado, pero aun así el vendaje estaba manchado de sangre, la rubia se levantó para ir por el botiquín y regresar, le quitó con mucho cuidado la venda para volver a limpiarla y volver a cubrir.

—      Gracias – Le sonrió.
—      No hay de que, para eso están las amigas ¿no? – Sonrió.

La castaña retiró la mano suavemente para levantarse, la rubia la siguió con la mirada ¿Por qué estaba tan seria ahora? ¿Qué había dicho? Si le dieran a elegir a ella, tampoco sería su amiga, era obvio que ambas seguían sintiendo algo por la otra, pero ¿Por qué no podían estar juntas? ¿Por qué? ¿Por qué tenía que ser tan difícil? El móvil de la castaña sonó y lo atendió casi de inmediato mientras la rubia la observaba.

—      Hola Josh, si, no estoy bien no te preocupes – Suspiró.

La rubia entendió entonces por qué seguían así, la castaña seguía con Josh a su lado sin importar que sucediera, no había nada que la hiciera alejarse de él y era más que obvio que él siempre tomaría cualquier oportunidad que hubiera, y a Karlie no le molestaba o eso parecía, se levantó para comenzar a servir la cena y ni si quiera entendió por qué si no era su responsabilidad darle de cenar a la castaña que al girarse observó a Taylor que la periodista estaba dándole de cenar, sintió como si de repente no hubiera pasado el tiempo, ambas cenaron en silencio sin atreverse a decir nada, los días posteriores Maddie comenzó a quedarse sola los fines de semana con Taylor sin necesidad que ella se quedara en casa, poco a poco fueron añadiendo un día más para que Maddie no lo sintiera tan de golpe y parecía estar más cómoda y feliz con Taylor, la cual también estaba super feliz con su pequeña de regreso.