Easy On Me (Parte II de Wildest Dreams)

Salvando A Winston.

Que triste que les caiga mal Nicole, si ella en verdad es linda y es muy honesta con Karlie, pero bueno, aquí vamos con un capítulo más.

Y así se hizo, Maddie había aceptado ir gustosa con Taylor a casa de Lily por que jugaría con Dixie y Winston, aunque se sentía mal por que dejaría a su mamá solita, la castaña había ido a visitar a Nicole a su casa, ni si quiera sabía que Lily, una de las mejores amigas de Taylor vivía cerca, había unos terrenos en remodelación, por lo tanto había una retroexcavadora haciendo hoyos, al parecer pondrían una piscina, y Karlie sonrió al imaginar una piscina en casa, su familia tenía una pero no podía solo ir a usarla ¿no? Tenía que ir a algún club para eso, pero realmente no tenía mucho tiempo, aunque pensó que sería una actividad genial para practicarla con Maddie, de pronto vio a un pequeño de tal vez cinco años que iba con un auto de juguete, veía a la retroexcavadora cavar y hacer hoyos y rellenar camiones con tierra, así que quiso llevar su carro, Karlie observó al niño que se acercaba peligrosamente a la máquina, volteo para ambos lados en busca de sus padres, Nicole la había visto por lo tanto salió para abrir, también pudo ver la escena del niño.

— ¡Mamiiiiiii! – Gritó una niña asustada.

Karlie corrió al ver que el niño no medía el riesgo de acercarse tanto, tomó al niño a la par que varias mujeres salían y veían al niño.

— ¡Winstooooon! – Gritó Lily asustada.

La Doctora se había lanzado recibiendo ella un golpe y cayendo sobre el pasto, pero protegiendo al niño.

— ¡Karlie! – Gritaron a la par Taylor y Nicole.

Corrieron hasta aquella escena los hombres habían detenido todo movimiento para no herir a nadie más, las mujeres llegaron hasta la castaña que tenía al niño en brazos, y lo protegía con su cuerpo, se asustaron al ver sangre, los trabajadores estaban preocupados también al ver el brazo de la mujer.

— ¿Estás bien Karlie? – Preguntó Taylor.
— S-sí, solo duele un poco.
— ¡Mami! – Gritó Maddie asustada.
— Tranquila amor, tranquila – La detuvo Taylor.
— Pero mami tiene sangre.
— Estoy bien enana – Sonrió – Solo es un golpe.
— Mami – Murmuró.
— Estoy bien – Se puso de pie – Y Winston también.

Al levantarse soltó al niño que corrió hasta Lily que lo tomó en brazos para revisarlo de arriba abajo y llenarlo de besos y abrazos.

— ¿Por qué saliste Winston? Te he dicho muchas veces que no debes salir a la calle si no estoy contigo afuera amor.
— Perdón mami – La abrazo.
— Muchas gracias Karlie – La observó.
— Está bien – Sonrió.
— Vamos a casa Karlie, revisaré tu herida – Urgió Nicole.
— Mi casa está más cerca ¿quieren pasar? – Espetó Lily.
— Bien.

Martha se llevó a los niños en la habitación de Dixie, tratando de distraerlos mientras Lily iba por el botiquín y Nicole revisaba a Karlie con ayuda de Taylor, sangraba bastante.

— ¿Cómo estás? – Preguntó Nicole.
— A decir verdad, duele bastante – Confesó.
— Voy a cortar la manga ¿sí? – Informó Nicole.
— Adelante.

Nicole comenzó a cortar la manga de la blusa que traía puesta la castaña, se veía bastante mal la herida, Lily le tendió el botiquín así que con cuidado limpió la herida lo mejor que pudo intentando no lastimar tanto, Taylor pudo notar la preocupación en el rostro de Nicole.

— ¿Qué sucede Nicole? – Preguntó Taylor.
— Esto no luce bien – Expresó preocupada.
— ¿A qué te refieres? – Preguntó Taylor.
— Parece que lastimó un nervio.
— De hecho, no siento el brazo – Exclamó Karlie seria.
— ¡¿Qué?! – Gritaron con sorpresa las tres mujeres.
—Vamos al hospital de inmediato – Le tomó la mano Taylor.
— Será lo mejor – Asintió Nicole.
— Yo las llevó – Soltó Lily.