Easy On Me (Parte II de Wildest Dreams)

Las Sospechas De Karlie.

Hola, aquí les dejo un poco más de la historia, espero que les guste y perdón por la tardanza.

Taylor por su parte seguía sobre la cama, su cuerpo temblaba deseoso, pero si algo tenía claro es que primero eran las necesidades de su hija antes que las suyas, se levantó para entrar de nuevo a la ducha, pobre de la doctora que tendría que quedarse así por un rato más, tras un rato la castaña se retiraba dejando a Taylor y Maddie solas.

Unos días pasaron y Taylor volvió a toparse con esa chica, realmente era encantadora, habían hablado de libros, de cultura, de muchas cosas y eso tenía encantada a la rubia, eran pocas las personas que le atraían físicamente y que aparte tenían una inteligencia enorme y platica de todo, y aunque la chica no era tan atractiva como con otras que salió si era amable, linda y atenta, no había sido como otras que pedían de inmediato conocer a su hija y tratar de entrar en la familia a prisa, de hecho le daba el tiempo que necesitara y por el momento solo eran ellas dos.

— ¿Te parece si la próxima semana vamos a bailar?
— ¿Bailar?
— Vamos, quiero ver esas caderas moverse – Sonrió.
— ¿Qué te hace pensar que se bailar? – Sonrió.
— No lo sé, yo podría enseñarte, mientras me pierdo en tus movimientos.
— De acuerdo, vamos.

Taylor en verdad lo estaba pasando de maravilla con esa chica, era amable, tierna, sin duda lo pasaba muy bien y se divertía como una adolescente, con forme los días pasaron pronto Maddie conoció a Alexa.

— Hola Maddie – Le sonrió.
— Hola – Expresó Maddie tímida.
— Soy Alexa – Sonrió.
— ¿Eres novia de mi mamá? – Frunció el ceño.
— No – Negó riendo – Soy amiga de tu mamá ¿te molesta?
— ¿Amiga? – Las observó.
— Así es, somos amigas, salimos a tomar un café o vamos a comer juntas cuando no estás y mami está solita.
— Como tu mamá con Josh ¿no puedo? – Preguntó Taylor.
— Okay – Expresó no muy convencida.

Alexa comenzó a ser linda y amable con Maddie, eso le fascinaba a Taylor, su hija parecía estar tranquila sabiendo que Alexa se estaba llevando muy bien, le recordaba tanto a Karlie, hacerse amiga de la niña primero, a quien engañaba ya que nadie podía compararse con aquella Doctora.

— Cuéntame que tanto haces con Josh – Sonrió Alexa.
— Vamos a restaurantes, al cine, a museos o al teatro – Sonrió – Josh es dueño de una empresa ¿conoces a Josh?

Taylor suspiró, supo que su hija estaba alardeando del dinero que tenía el chico, ya que Alexa no tenía dinero, era una chica normal que trabajaba para sobrevivir en el mundo como la mayoría de las personas hacían.

— Maddie no puedo llevarte a hacer todo eso, pero podemos ir al parque ¿te parece?
— Mmm – Meditó.
— Jugaremos un rato y volvemos para hacer la tarea ¿sí?
— Bien.

Karlie se había enterado de la nueva "amiga" de Taylor, no era que le gustara, pero no podía meterse en su vida, aunque Maddie le decía que era su amiga como Josh estaba segura que no era así, un fin de semana que volvían a casa de la rubia, Maddie y ella las encontraron besándose en la puerta de la casa, lo que hizo que Taylor se sonrojara, mientras Maddie estaba enojada.

— Maddie, puedo explicarlo – Expresó Taylor.
— No es tu amiga – Gruño molesta – Mamá y Josh no hacen eso – Soltó molesta.
— Que tu hayas visto – Soltó Alexa.
— ¡NO! Mami no haría eso – Gruño.
— Karlie, yo...
— No es de mi incumbencia Taylor, lo sabes, solo asegúrate de quien se acerca a mi hija – Se agachó ante su hija.
— Quiero irme contigo – Expresó Maddie.
— Quisiera llevarte amor, pero mami tiene que hablar contigo ¿no es así? – La observó.
— Yo... Aahh, si – Asintió.
— Cualquier cosa llámame ¿sí?
— Okay mamá – La abrazó.
— Karlie espera – La detuvo Taylor.
— Tranquila – Le sonrió – No tienes que explicarme nada ¿sí? Solo asegúrate por favor que sea una buena persona, no quiero que nadie lastime a mi hija.
— Es una buena persona, en serio – Sonrió – En verdad nunca me había sentido, así como a su lado, me divierto mucho, me cuida, se preocupa por mí y por Maddie.
— Taylor, no tienes que darme explicaciones – Sonrió – Si eres feliz, es lo que importa.
— Gracias – La abrazó.
— Cualquier cosa dime.
— Claro, también tu.