A pesar del susto que habían pasado con Kiri, pronto todos pudieron volver a sus actividades diarias. Ella seguía explorando el océano, conectándose de una manera extraña con su fauna y flora, aunque ya no se le permitía ir al árbol de las almas.
Cuando Lo'ak no pasaba las tardes con Tsireya, las pasaba con Payakan, de quien intentaba descifrar su historia, y también esa conexión extraña que tenían con el tulkun.
Neteyam y Ao'nung se hacían más fuertes, rápidos y hábiles con el paso de los días. En particular, el metkayina parecía avanzar a pasos agigantados a convertirse en un guerrero. También había tomado más responsabilidades, y dejó muy atrás las burlas que antes les hacía a los omaticaya. Ellos ya eran como parte de su gente.
A pesar de todo, el Olo'Eyktan todavía no creía que él estuviera listo. Lo reconoció como cazador, pero no quería que peleara, o que acompañara a los guerreros en las cacerías más peligrosas.
- No sé qué espera de mí. - le decía a Neteyam, mientras estaban sentados en el muelle. - Ya me hago cargo de todo lo que podría esperarse, trato de hacerlo lo mejor que puedo. Quizás eso no es suficiente.
- Oye, ¿escuchar que no eres suficiente? ¿Viniendo de ti? Qué pasa, ¿te caíste del tsurak? - Neteyam le tomó la cabeza y le puso una mano en la frente, como si le estuviera tomando la temperatura.
Ao'nung lo empujó, riéndose un poco.
- No, en serio. Es que, ¿qué me falta, para que mi padre me vea como su igual?
- Quizás un poco más de músculo, muchos más tatuajes, y una Tsahìk. - bromeó el omaticaya, pero el otro lo miró seriamente.
- No crees que de verdad sea porque no he escogido a mi pareja, ¿o sí?
- Eso sería absurdo. Pero es muy común que se elija a una, cuando ya pasaste a ser un adulto.
- Pero tú tampoco has elegido, ¿verdad?
- Y mi padre tampoco me deja ir a pelear con él. - sonrió Neteyam. - Pero está bien, Ao'nung. No todo es guerra y sangre.
- Sólo quiero ser digno de proteger a mi isla. A mi gente. Necesito demostrar que puedo ser un gran guerrero.
Neteyam lo miró por un rato, y le puso una mano en su hombro. Lo sacudió un poco, como para darle ánimos.
- Oe nga'te kame'ye, tsmukan. (Te veo, hermano.) - dijo el omaticaya, a lo que el metkayina volvió a mirarlo, preguntándose si había escuchado bien. El hermano mayor de los Sully le sonrió, y luego se levantó de la arena, tendiéndole una mano. - Vamos con nuestras familias, ya es tiempo de comer.
Durante los almuerzos, Peyral solía sentarse cada vez un poco más cerca de Ao'nung y Neteyam. Hasta que un día, logró sentarse al lado del metkayina, del lado que Neteyam solía ocupar. Ao'nung estaba a punto de decirle algo, pero el otro le hizo una seña para que no se preocupara, y se fue a sentar al lado de Kiri.
- Escuché que estabas buscando a tu pareja. - dijo Peyral durante la conversación.
- Ah, ¿sí? - Ao'nung casi se atragantó con su comida. - ¿Y cómo te enteraste...?
- Mira. - lo interrumpió la metkayina. - Creo que tú y yo hemos pasado mucho tiempo juntos. Tenemos muchas cosas en común y... quizás... - ella se trabó en medio de la conversación, por los nervios, y no pudo seguir hablando.
- Acompáñame al árbol de las almas esta tarde. - le dijo el metkayina, adelantándose.
Neteyam levantó las orejas, y miró de reojo en su dirección. Peyral sonrió y volvió a concentrarse en su comida.
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Aunque Me Queme [AonuNete] {EN CORRECCIÓN}
Fanfiction"Oe nga'te kame'ye, skawng" dijo el hijo de Ronal y Tonowari. Sully lo miró, pero él no le devolvió la mirada. Entonces, soltó una risa mientras volvía a mover el agua entre sus dedos. • Contenido +18 • Créditos correspondientes a James Cameron...