Perspectiva de Ao'nung.
Cuando volvimos a Awa'Atlu, lo primero que vimos fue a la madre de Neteyam, levantando casi cada roca de la orilla buscando a su hijo. Cuando lo vio, botó la pequeña piedra que había levantado y se dirigió a nosotros. Maldición, ese paso y esa mirada los conocía muy bien. Cuando veía esa cara en mi madre, mis pensamientos empezaban a trabajar a una velocidad más rápida que la de un tsurak para poder inventarme una buena excusa, y evitarme el castigo.
- Neteyam te Suli Tsyeyk'itan. - dijo ella cuando ya estaba a pasos de nosotros.
Otra mala señal. Cuando tus padres te llaman por tu nombre completo, significa peligro. El marido de Neytiri vino detrás de ella, alcanzándola en poco tiempo.
- ¿Dónde estabas, hijo? ¿Tienes idea de cuánto tiempo pasamos buscándote? - preguntó ella, mirándolo directamente.
- Quiero una explicación que me convenza, ahora. - añadió su padre.
Yo miré a mi ahora pareja. Él sólo miraba a sus padres de reojo, con la cabeza gacha. Él era de los que no solían ser interrogados por sus padres. "El hijo perfecto", así era como lo llamaba Lo'ak. Por supuesto que no sabía cómo zafarse de un castigo.
- Señor... - comenzó a decir él, pero yo lo detuve.
- Neteyam estaba conmigo. - les dije, dando un paso al frente. - Hubieron algunas jaulas de pesca que se rompieron en una de nuestras cacerías, y él estuvo ayudándome a repararlas. Hay que arreglar ese tipo de cosas el mismo día, o al otro no podríamos salir a recolectar alimento y eso sería un gran problema. Disculpen, yo le pedí a su hijo que se quedara conmigo para ayudarme.
En nuestro camino hacia la isla, habíamos decidido que no le contaríamos a nadie sobre nuestra unión, hasta que la guerra entre su familia y las personas del cielo se calmara un poco.
Tanto Toruk Makto como mi padre, esperaban que algún día fuéramos los jefes de nuestros respectivos clanes. No queríamos provocar problemas entre nuestros padres, y ciertamente, un vínculo inquebrantable que une de por vida a los hijos mayores de ambos jefes, iba a complicar las cosas para ambos.
Después de que terminé de hablar, los padres de Neteyam se miraron entre ellos, y Jake Sully se adelantó.
- Bueno, si así es, me alegro de que nuestro hijo sea de ayuda y se lleven bien entre ustedes.
- A Neteyam le hacía falta un amigo. - dijo su madre, dándole una caricia en su mejilla derecha.
- Mamá... - respondió él, avergonzado.
Ella sonrió, y volvió al lado de Toruk Makto.
- La próxima vez que hagan algo así, agradecería que nos avisaran.
- Sí, señor. - se apresuró a responder su hijo mayor.
- Por cierto, Ao'nung, creo que tus padres también te buscan.
Joder.
◇
Esa noche no podía parar de pensar en él. Sus ojos, su piel, su respiración pesada, su voz, las cosquillas que me hacía sentir...
Quise ir a verlo. En ese momento de la noche, estaba casi todo el mundo durmiendo. Me escabullí para acercarme al marui de su familia, y eché un vistazo hacia adentro, cruzando los dedos para que no me viera nadie.
Todos estaban profundamente dormidos. Busqué entre los rostros de los omaticaya, hasta que identifiqué a Neteyam. Me acerqué a él, pero vi que no estaba solo. Entre sus brazos estaba dormida su hermana menor, Tuktirey. Él la abrazaba contra su pecho, y ella parecía estar durmiendo plácidamente junto a él. Neteyam también tenía una expresión pacífica en su rostro mientras dormía. No se habían dado cuenta de que yo estaba ahí, así que me fui en silencio, antes de que alguien se despertara.
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Aunque Me Queme [AonuNete] {EN CORRECCIÓN}
Fanfiction"Oe nga'te kame'ye, skawng" dijo el hijo de Ronal y Tonowari. Sully lo miró, pero él no le devolvió la mirada. Entonces, soltó una risa mientras volvía a mover el agua entre sus dedos. • Contenido +18 • Créditos correspondientes a James Cameron...