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Mi pasado.

---La clave para alcanzar el éxito es no enamorarse en el intento ---esas palabras hicieron que el chico elevará su mirada prestándole atención.

---Creo que ya lo eché a perder entonces ---susurró más para si mismo que para su amiga, pero aún así ella lo escucho.

---No está mal enamorarse, pero sería mejor que lo hicieras cuando tengas todo claro para ti mismo, no te lastimes Pablo ---repitió con una sonrisa.

---Me enamore Lela ---se encogió de hombros tapándose el rostro con las mangas de su camisa.

Ella sonrió mientras le daba un abrazo, eso provocó que la sonrisa del chico fuera acompañada por un suave color rosa en sus mejillas.

---Lirio es todo para mí, en tan poco tiempo ha significado tanto ---dijo separándose, la castaña le pasó el celular dándole un empujoncito amistoso.

---Entonces dicelo a ella, se que esa chica también siente lo mismo por ti ---el sevillano miró el celular dudoso tomándolo.

---No puedo, quiero verla a los ojos mientras se lo digo ---nego dejando el celular a un lado de la mesa.

---Tienes razón, entonces compremos esos vuelos y regresemos a Barcelona ---otra vez tomo el celular, pero esta vez buscando la página de la aerolínea.

Pablo se asustó pero dejo que lo hiciera, un nudo en su garganta se formó tratando de pensar en alguna excusa tonta.

---Lela... No lo hagas ---pidio suspirando, la chica le prestó atención apagando el celular.

---¿Por qué no?

El se alejó de ella y camino hasta la ventana, la vista a la ciudad era hermosa pero algo le pedía a gritos que no regresará.

---No la veo desde hace tanto tiempo, no sé si ella está con alguien ahora ---dijo cerrando la ventana.

---¿Como crees que estará con alguien? Solo han pasado dos meses idiota ---se burló acercándose a el, Pablo río ya que era verdad---Además conversan todos los días, esa chica esa loquita por ti.

Lela se contuvo las ganas de darle un zape en la cabeza, el chico solía ser torpe la mayor parte del tiempo.

---No me importa lo que pienses, voy a comprar esos boletos y vamos a regresar a España ---se dio la vuelta tomando el celular otra vez---Yo seré la madrina de tus hijos, si tienes una niña le pondrás Lela.

Su mejor amigo se acercó a ella cargándola hasta la cama y tumbandola para después lanzarsele encima tratando de aplastarla.

Lela fue más ágil y le metió un golpe con la almohada, tomo el celular y se encerró en el baño para poder comprar esos vuelos.

---Lela no jodas ---el chico le dio unos golpes en la puerta, ella carcajeo divertida desde el otro lado---Te mentí, no platico con ella desde hace una semana, creo que está molesta.

La chica abrió la puerta de golpe mirando la sonrisa divertida que él tenía en su rostro, era mentira.

---Te jodiste sólito porque mañana salimos ---le entregó en celular.

---Estas enferma ---nego con una sonrisa, tal vez lo que necesitaba era ese empujoncito por parte de Lela.

Lirio se hayaba en su habitación pensando en sus exámenes finales, había estado con Sofía estudiando pero recién se había ido a su casa.

Camino hasta la puerta con pereza, se asomó por el pasillo y al ver la puerta de la habitación de Alicia sintió una punzada en su pecho.

La chica al ser mayor de edad acabo por ir a prisión al lado de Laura, las dos pasarían un largo tiempo ahí dentro.

Alguien hablaba en la primera planta así que por curiosidad bajo, su madre platicaba con Lara quién preparaba la cena con una sonrisa.

---Mi amor ven, ayúdanos aquí ---le pidió su madre, ella asintió y se acercó---Hoy tendremos invitados.

---¿Invitados? ---preguntó confundida, nadie los visitaba con frecuencia así que eso era algo nuevo.

---Un compañero de clase vendra, traerá a su hermano con el ---respondió.

Fátima se había inscrito en clases de gastronomía hace poco más de un mes, decía que necesitaba pasar el tiempo libre que tenía en algo productivo.

La cena estaba acabada y ella estaba lista también para poder recibir a los invitados, suspiró y luego de verse una última vez al espejo bajo.

El aroma de las velas que su madre encendía en su habitación hicieron que respirara profundo, era un olor agradable.

---¡Han llegado! ---pudo escuchar a su madre llamarle, luego de tomar el valor suficiente salió de la cocina.

¿Acaso era Pedri el que estaba allí? Verlo le resultó extraño, luego miro al otro chico que estaba con él y entonces lo recordó, el era su hermano.

---Tu otra vez ---dijo con gracia la rubia acercándose al muchacho.

---Me llamó Fernando ---le dijo en susurros para que nadie más los escuchará.

---Un gustó entonces Fernando..

---El gusto es mío ---respondió enseguida, su hermano la miraba embobado.

[Lirio Ferreira]

Pedri se acercó a mí con una sonrisa tan linda que hizo que mis pies se pusieran blandos, su característica mirada que era acompañada por sus mejillas agrandadas debido a su amplia sonrisa hizo que diera un paso hacia atrás.

---¿Podemos hablar? ---preguntó en susurros en mi oreja, mi madre me miraba impaciente por lo que asentí.

Con sus manos rodeo mi cintura obligándome a seguirlo, el camino hasta el patio trasero conmigo a su lado.

---¿Que tienes que decir? ---pregunte no queriendo alargar la conversación.

Su mirada reflejo perplejidad, tampoco sabía lo que quería decir.

---Lirio, Lirio, Lirio... ---se acercó a mí tomando con suavidad mis manos---¿Que me has hecho, chica?

No respondí y lo mire fijamente, no volvería a caer en su juego.

---No estoy pidiendo tu perdón, estoy suplicando por el ---sus palabras hicieron que sacará mis manos de las suyas.

---No soy tu juguete González ---respondí tratando de sonar fuerte, por su mirada supe que lo conseguí.

---Se que soy el mayor imbécil que existe, que me merezco tu desprecio incluso más ---dijo dando un paso atrás.

---Lo haces, pero sabes algo... No te odio ---me sincere, no quería tener resentimientos con el.

---Te deseo ---eso provocó un leve color rojo en mis mejillas, sonreí para tratar de aligerar el ambiente.

---Lo nuestro no puede ser, ya no me interesas ---metí, se que eso sonó cruel pero era la única manera de tenerlo lejos de mi.

---No sabes lo mucho que me duele escuchar eso ---miró al piso, entonces me di cuenta de que tal vez había sido demasiado---Pero es lo que me merezco.

El se dio media vuelta perdiéndose entre la puerta, suspiré y negué.

El había sido mi pasado.

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| Si se pueden pasar por mi otra historia
"Esmée" les agradecería mucho, es de Pablo por si les interesa, me ayudarían mucho.

LIRIO ―PABLO GAVI, PEDRI GONZÁLEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora