035'2 PABLO GAVIRA

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Our end..

Al final de la cancha lo logré ver, estaba sudando y se miraba bastante molesto. Al parecer había cometido una falta, aunque eso no era algo nuevo.

Después de recapacitar por un tiempo había decidido verlo y poder hablar con el, Pablo no sabía que estaba aquí pero pronto se daría cuenta.

---No se porque accedí a venir contigo ---el pelinegro se ajusto los guantes que traía puestos, hacía bastante frío pero no tanto como para traer guantes, Álex era muy exagerado.

Después de estar un rato más le envié un mensaje a Victoria para que me dejara pasar hasta los vestidores, Álex dijo que echaría una siesta en su auto y que me esperaría ahí.

---Solo apúrate ---pidio antes de irse corriendo, le agradecí rápido y entre.

Busque con mi mirada la castaña cabellera de Pablo, al lograr verla me arme de valor para hablarle.

---¡Pablo! ---dije fuerte para que logrará escucharme apesar del ruido.

---¡Lirio! ---se puso de pie enseguida y se acercó a mi, su gran sonrisa me hizo darme cuenta que no fue mala idea el venir aquí.

Me lleve una gran sorpresa al sentir sus brazos alrededor de mi, me estaba abrazando y después de tanto tiempo sentí paz.

---No sabes lo feliz que estoy de verte ---murmuró mirándome, sonreí y volví a abrazarlo---Yo necesito pedirte perdón..

---Yo necesito hacerlo ---lo calle al separarme.

El empezó a caminar junto a mi hasta afuera, era un poco incómodo hacerlo frente a todo el equipo.

---No tengo ninguna justificación por lo que hice, acepto mi error y lo lamento... Lo único que pido es tu perdón ---dejo un beso en mis manos mirándome, sonreí por su acción y asenti.

---Estuviste mal, pero yo también lo estuve... Te perdono, ¿Tu puedes hacerlo? ---pregunte conectando su mirada con la mía.

---Claro que si ---sonrió soltando el aire que había estado reteniendo.

Con cuidado me acerque a sus labios besándolo, lo había estado deseando tanto tiempo que verlo y no hacerlo me resultó imposible.

---Y te prometo que jamás volverá a ocurrir ---añadio revolviendo mi cabellera sin dejar de verme.

Lo único que pude hacer fue abrazarlo con fuerza, me ponía tan contenta el verlo y poder sentirlo, sentir que finalmente todo estaba bien. Poder sentirme por fin completa, el me hacía sentir de esa manera.

---Te amo Pablo ---dije sin mirarlo, necesitaba decirlo.

El me tomo por mi barbilla haciendo que lo mire, al lograrlo dejo un suave beso en mis labios.

---Te amo más ---respondio con una dulce sonrisa, no tenía idea de lo mucho que necesitaba verlo hasta hoy.

Pude ver cómo una gruesa lágrima bajaba por una de sus mejillas, no supe cómo reaccionar y lo primero que hice fue limpiarla con mi pulgar.

---No llores..

---Yo te necesito Lirio, te amo tanto como no tienes idea y creo que no soportaría verte lejos de mi otra vez ---murmuró mirándome, el no sabía que yo me sentía igual.

---No me voy a ir, te lo prometo ---dije dándole un corto beso en la mejilla.

---Quiero un nosotros... Quiero casarme contigo y tener muchos, muchos hijos ---dijo tomándome por sorpresa.

---Quiero lo mismo ---le di una sonrisa logrando hacerlo reír.

---Te he asustado, ¿Verdad? ---pregunto sin poder aguantarse la risa.

---Un poco ---agrande mis ojos para mirarlo mejor.

---Es inoportuno, pero me preguntó si podrías permitirme ser tu novio ---pregunto sacándome de mi ensoñación, creí que nunca lo preguntaría.

---Por supuesto que sí ---lo bese sin ocultar mi felicidad, estaba contenta.

El no dudo un segundo antes de regresarmelo, ambos lo necesitábamos.

---¿Con quién has venido? ---pregunto una vez nos separamos.

---Con Álex, de hecho me está esperando en el auto justo ahora ---señale el estacionamiento con una sonrisa, Álex me apoyaba en todo aún así no le pareciera.

---No lo hagas esperar, ¿Nos podemos ver mañana? ---pregunto divertido.

Asentí casi de inmediato, el sonrió y volvió a besarme antes de darse la vuelta e irse.

Camine hasta el estacionamiento sonriendo, estaba feliz de poder estar bien otra vez con Pablo.

---¿Ya está? ---Álex pregunto al bajar el vidrio de su auto, asenti y entre sentándome a su lado.

El coloco música y arrancó, creo que jamás podré explicar la felicidad que sentía en este momento.

---¿Estás contenta? ---pregunto dándome una mirada rápida.

---Estoy feliz Álex, todo ha acabado... ---respondí cerrando mis ojos, sentía tanta paz---Podemos volver a empezar, esta vez prometo que será diferente.

---Yo también estoy feliz, si tú lo eres yo también lo soy ---me dió un suave empujón soltando una risita---Ahora vamos a comer que muero de hambre.

Y si que todo había acabado, después de tantos malos momentos por fin pudimos darle una solución a todo esto.

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LIRIO ―PABLO GAVI, PEDRI GONZÁLEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora