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Lirios.

Casi un mes desde la llegada de Lirio a España, Pablo se hayaba sentado en uno de los sillones de la sala mirándola fijamente sin poder levantar su mirada de su hermoso cabello.

Alguien tocó la puerta sacándolo de su nube, la rubia se levantó enseguida para poder abrir.

Un hombre cargaba un ramo gigante de Lirios, ella asombrada se hizo a un lado sin saber muy bien de quién eran.

---¿Lirio Ferreira? ---preguntó leyendo una nota, ella asintió rápido---Son suyas.

---Gracias ---agradecio tomándolas, era un bonito detalle según ella pero no sabía de parte de quién venían.

El hombre se dio la vuelta yéndose, su madre apareció por atrás suyo sonriendo.

---¿Regalo de cumpleaños? ---preguntó a lo que Lirio se encogió de hombros divertida---¿O acaso un admirador?

---Espero que no sea la segunda ---rio mientras caminaba hasta la cocina.

Pablo se había quedado sin palabras ante tal regalo, ¿Acaso la chica tenía un amorío con algún chico?

---¡No es así! ---grito desde la cocina la rubia, su madre carcajeo---¡Ha sido de Pedri, lo dice la nota!

Se suponía, eran buenos amigos.

---Ponlas en agua y ven ---pidio su madre desde la entrada---¿Quieres comer algo? ---le preguntó a Pablo a lo que él negó.

Lirio llegó con una gran sonrisa a su lado, Fátima le dio una larga mirada coqueta.

---Algo me dice que no es sólo un amigo... ---dijo burlona, Lirio se puso como tomate provocando la risa de su madre.

---¡Basta! ---se tapo el rostro con uno de los almohadones, Pablo también río sin poder evitarlo.

"Para la chica de los ojos bonitos,
Feliz cumpleaños.
-pedri"

¿Como no se pondría feliz después de leer eso? Saber que contaba con alguien más la ponía contenta, suspiro y se levantó.

---¿Vas a querer pasta? ---preguntó su madre después de ver cómo ella empezaba a subir las escaleras.

---Tal vez luego.

---Entonces vístete que saldremos a cenar... ---dijo mirándola con una sonrisa---¡Deberías avisarle a tu amigo que también venga con nosotros!

Lirio sonrió en su dirección, avisarle a Pedri no era mala idea así se podría librar de preguntas extrañas por parte de ellos.

---¡Lo haré! ---grito desde arriba, cogió su móvil enseguida enviándole un mensaje.

Camino hasta la ducha para darse un baño corto para poder vestirse luego, tomo un vestido negro y unas zapatillas del mismo color que su papá le había enviado de regalo.

Se miró al espejo mientras arreglaba su cabello, esta vez ató un moño en la parte de atrás color blanco. Se puso perfume y colocó un poco de maquillaje natural en su rostro.

LIRIO ―PABLO GAVI, PEDRI GONZÁLEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora